La Aliada

Capitulo 1

 Se encontraba en su cuarto cuando abrieron la puerta y de ella salio su hermano:

-Amalia, pon la televisión.

 Ella lo miró sin comprender, pero hizo lo que le dijo. Agarró el mando y la encendió. De ella salió la imagen de Izzy Benet, sonriendo como un ángel, mientras se escuchaban las palabras del presentador:

-Hoy la cantante Izzy Benet la descubrieron salir de un consultorio de psicólogo. Las fuentes afirman que la artista anda teniendo varios problemas fuera de camaras. ¿Qué creen que...?

 Fue interrumpida cuando Amalia apagó la televición y observó a su hermano con desdén.

-¿Qué tampoco tienen vida propia?-preguntó.

 Jack se encogió de hombros, suspirando.

-No lo sé, pero se que te gusta su música; así que creí que te interesaría.

-Que escuche su musica no significa que me interese-se explicó con aburrimiento.

Volvió a encogerse de hombros.

-Voy a salir, ¿me acompañas?

 Amalia frunció el ceño de manera pensativa.

-¿Tengo opción?

Su hermano rió suavemente negando con la cabeza.

-Sabes que no.

***

-Izzy, abre la puerta-los golpes se hacían cada vez más fuertes. Finalmente, Izzy soltó un ronco grito y se dirigió a la puerta; la abrió y se encontró con Marissa, su irritante representante.

-¡¿QUÉ?!- preguntó de manera que retumbó en todo el hotel.

 Marissa, acostumbrada a su actitud, se encogió de hombros.

-Iba a preguntarte cómo te fué...

-¿Cómo me fué?-repitió irónica- ¡Me fué bien! ¡Muy bien!

-Ajá, y... ¿comiste algo?

 Izzy rió sin rastro de humor.

-¿Para qué? 

-Pues dada tu situación...-comenzó a enumerar-Dormís poco, gritás mucho, comés poco o nada, ya van seis mucamas a las que despediste esta semana...¿Quieres que siga?-preguntó sonriendo con suficiencia ante la mirada asesina de Izzy.

-¿Y a tí qué te importa?- le preguntó de mala manera.

Marissala miró de arriba a abajo.

-Estas muy, muy delgada, Izzy.

-¿Eres médica, acaso?

-¡Me preocupo por tí, Izzy!-insistió su representante.

 La chica rodó los ojos, bufando.

-Voy a salir.

 Apartó a su representante, quien la llamaba, y salió por la puerta del hotel.

***

 Amalia caminaba aburridamente con Jack al lado por el parque de la ciudad de Nueva York. Ella nunca había andado por esos lugares, puesto que, raramente, nunca solia salir. En cuanto a su hermano, el casi nunca estaba en casa; asi que conocía este lugar como la palma de su mano.

 En ese momento, Amalia chocó contra alguien. Se sobresaltó y exclamó:

-¡Perdón!

 Ni bien distinguió a la persona con la que chocó, se quedó estática al presenciar de quién se trataba, tanto como Jack.