* Capitulo 5 *

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   Alrededor de las cuatro de la madrugada estoy completamente desorientada, cansada, y ebria. Siento como si mis piernas estuvieran pegadas al suelo donde lo único que puedo hacer es mantenerme de pie, esa sensación como si la tierra me fuese a tragar.

  Continuo bailando cuando Luci se acerca a mi para decirme que Fabián camina en dirección en donde estamos, en instantes trato de disimular como si no me inmutara su presencia y no me diese   cuenta de que esta a unos pocos metros de mi e intento evitarlo a toda costa.

-Oye, ¿Hace cuanto que estas aquí? Traté de buscarte durante toda la noche, me dijeron que estarías aquí.
-Eh, que casualidad, también te estuve buscando. -Te ví con una chica, ¿ Es tu novia o solo es una más con las que buscas acostarte?
-¿Yo?, no por favor, yo no soy ese tipo de personas.

  Al escuchar esas palabras mi sangre hierva de tal forma que no encuentro otra manera para calmar esta hira que cerrar los puños y sonreír falsamente.
-Eh Sebastián,ven aquí,  tengo que decirte algo. -Lo llamo para que la tensión aumente aún más.

  Cada segundo en que Sebas se acerca a nosotros parecen  eternos, como si se convirtieran en minutos o incluso horas.

-¿Qué ocurre Melanie?
-Nada importante,  sólo pensé que querrías saludar a tu amigo.
- Eh, no me Di cuenta de que estabas aquí-se dirige a Fabián.

  Luego de su saludo interminable ambos me miran con incertidumbre.

-Además quería que estuvieras aqui para mostrarle esto a Fabián-miro a Sebastián y cuando noto que intenta  hablar pego mis labios contra los suyos, dentro de mi boca siento una mezcla de distintos tipos de bebidas y la combinación entre ellas van a la perfección. Antes de terminar con el beso abro los ojos para mirar a Fabián, quiero ver su rostro, como es su mirada al ver que la chica que lo dejó plantado la otra noche besa a otro chico y justamente es su mejor amigo. Me doy cuenta como Fabián se sorprende al ver el espectáculo que estoy haciendo. Su rostro muestra una mirada de asco y furia por la manera desesperada en que estoy besando a su amigo.

  Cuando Sebastián retrocede para separarse de mis labios tiene una mirada confusa, muy dificil de analizar.

-¿Cómo te atreves a besarte con mi mejor amigo? -se acerca Fabián unos centímetros hasta que me sujeta de los hombros y me empuja para que caiga al suelo.
-Oye, hombre ¿Qué te pasa?, no te das cuenta de que es una mujer y no un estúpido más?-Sebastián interfiere y se coloca en frente de mí y ocupa el pequeño espacio que existía entre Fabián y yo.

  Estoy demasiado mareada, cansada y tengo ganas de vomitar como para levantarme.

 Sebastián se acerca a mi y coloca una de sus manos en mi cabeza y con la otra sostiene la parte trasera de mis muslos, así me conduce junto con él a la salida del boliche.

  No recordaba lo tranquilo que era el exterior, sin luces de colores, música a todo volumen ni bebidas.

  Todo parece estar en paz en la calle y una briza hace que me estremesca acurrucandome más a él.

  Camina algunas cuadras cargándome en sus brazos hasta que llegamos a su coche, me coloca en el asiento del pasajero y él se encuentra en el  del conductor.

  En el Camino no aguanto más y caigo rendida, me duermo inmediatamente.

  Aunque tenga los ojos cerrados puedo sentir como Sebastián me mira una y otra vez e intenta no desviarse de la carretera.No le tomo demasiada importancia ya que se debe estar preguntando porque lo besé y no le voy a contestar, por lo menos no esta noche.

   Llegamos a la fraternidad, da unos golpes a la puerta de la habitación y abre Ángela, al parecer sigue estudiando, puedo observarlo, no estoy del todo dormida y entresierro los ojos cundo puedo.

-¿Puedo pasar? -Pregunta Sebastián.
-Claro déjala  en su cama-señala en el lugar donde me recuesto por las noches-¿Qué le ha pasado?
-Nada especial, sólo ha bebido de más y tuve que traerla.
-Que raro, Melanie no suele beber demasiado, quédate un rato aquí ya regreso, me voy al baño.

   Cuando Ángela sale de la habitación Sebastián me coloca sobre mi cama, me quita los zapatos y me cubre el cuerpo con mis mantas y sábanas.

  -Me tengo que ir Melanie,  espero que te mejores, mañana hablaremos de lo que sucedió,probablemente ahora no puedes contestarme. -Se le quiebra la voz al pronunciar las  últimas palabras.
-Como quieras-le digo con poco interés.

  Se acerca a mi para despedirse y  le doy  un pequeño beso en los labios antes de que pueda irse, no se muy bien porque lo hice, probablemente sea el alcohol.

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