Gakú

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¡Ya está, es nuestro! - gritó cerrando la puerta a su paso.

Al pasar la puerta de madera te encontrabas una escalera que subía a lo que parecía la única habitación del antro, el suelo crujía con cada paso de manera que parecía que el lugar se derrumbaría de un momento a otro. Al subir las escaleras te encontrabas una espaciosa sala, aunque con la luz justa como para ver. La habitación no estaba precisamente muy amueblada, tenía una mesa redonda en el medio la cual estaba llena de papeles con una vela casi apagada en el centro, un armario al cual le faltaba una puerta el cual estaba vacío y varias cajas repartidas por toda la habitación.

-Por fin podremos dar el gran golpe y podremos arreglar esta ciudad apestosa. - dijo disgustado mientras subía las escaleras.

-No te apresures, aún nos queda conseguir el otro amuleto y, además, n...

-No es tan fácil entrar en el castillo real. - le cortó una voz femenina al fondo de la sala.

La mujer se movió hasta que quedo visible para los dos hombres, la chica tenía el pelo rojo como el fuego y unos ojos azules oscuros, era de estatura media y delgada. Acercó una de las cajas a la mesa y se sentó en ella.

¡Dichosos los ojos! - le contestó el hombre que llevaba el colgante. - Anna, al final has venido.

El hombre tenía el pelo oscuro, ojos marrones y era bastante corpulento pero lo que más llamaba la atención de él era una cicatriz que tenía en el ojo.

- ¿Por quién me tomas Zac? Por supuesto que lo he hecho. - Le respondió. - ¿Acaso creías que me iba a perder toda la diversión?

-Después de llegar 3 días tarde a lo acordado cualquiera diría que no te ibas a presentar. - Contestó el otro hombre mientras caminaba hacia la mesa.

El hombre era castaño, tenía la piel morena y como su compañero, era corpulento, pero en este caso lo que más destacaba de él eran sus ojos grises.

-Ya, ya, lo sé, he llegado tarde, pero esta vez tengo una buena excusa. - le respondió la Anna con una sonrisa de oreja a oreja. - Zac, Brann os presento a Cleon, venga chico, acércate.

Del fondo de la habitación apareció un muchacho de no más de 16 años. El pelo del chico era rubio oscuro, de complexión delgada y unos ojos marrones oscuros. La primera impresión al ver al chico dejaba claro que llevaba años sin comer bien.

-Es decir, ¿has tardado 3 días más de lo indicado solo para traer a un crio? – dijo Brann malhumorado.

-Relájate. - le contesto Anna. -Tu más que nadie deberías saber que Gakú necesita nuevos integrantes, desde el anterior fracaso solo quedamos 4 y te aseguró que este chico te sorprenderá.

Brann suspiró y se dirigió hacia una pared de la habitación lejos de sus compañeros y se apoyó en ella.

-No se lo tengas en cuenta. - Dijo Zac acercándose al chico. - Aun esta cabreado desde el último golpe. – se paró delante del chico y le extendió la mano en forma de saludo. -Yo soy Zac, encantado. - dijo sonriendo.

El chico le acercaba la mano con miedo hasta que Zac le cogió la mano.

-Bien. - dijo Zac dirigiéndose hacia Anna. - Tenemos solamente 4 días hasta que llegue la coronación de la nueva reina. - cogió otra caja y se sentó cerca de la mesa. -Desde la muerte del Rey Celgot, la reina Viria consiguió todos los poderes y se ha hecho con el control de todo aniquilando a todo aquel que esté en su contra.

-Y por eso debemos acabar con ella. - dijo Brann acercándose a la mesa. – Y es esencial utilizar esto. - de su bolsillo sacó un colgante con un líquido verde y lo dejó sobre la mesa. - Estos son los colgantes de Latal, es el único artefacto en todo el mundo capaz de dar la capacidad a una persona normal de usar magia al mismo nivel que un mago lo haría.

-Y ahora, nosotros tenemos uno. – sonrió Zac.

-Sin embargo, estos colgantes son muy raros y solo los altos cargos tienen uno. -Dijo Anna apartando todos los papeles que había encima de la mesa y sacando uno de su bolsillo. - y aquí está, un mapa de la mansión del conde Golta, el lugar donde está el segundo amuleto que necesitamos.

-Vaya, parece ser que era cierto que en estos tres días no solo te has dedicado a recoger niños de la calle. - dijo Brann mirando al chico.

Anna suspiró. – De cualquier manera, necesitamos la ayuda de Tiara, se ha corrido la voz de vuestro último robo y han reforzado las defensas de la mansión, sería un suicidio entrar por la puerta principal sin usar el colgante.

-Me parece que tienes un plan B, ¿no, Anna? - dijo Zac.

Así es, en la parte trasera de la mansión está la entrada para sirvientes, esta también está vigilada, pero con la ayuda de la magia de Tiara podremos entrar sin ningún problema.

Cleon miró a Anna extrañado.

-Tiara es la maga del grupo- dijo Zac mirando al chico. - No es capaz de usar magia de alto nivel, pero aun así supera a cualquier persona normal, pe..

-Pero por culpa de la ley de busca y captura para los magos ella está escondida. - cortó Brann. – Será imposible encontrarla.

-Ya lo he hecho, se dónde está. - afirmó Anna. – Voy a ir ahora a hablar con ella y de paso le presento al nuevo integrante. – Sonrió al Cleon. – Vamos chico, no le hagamos esperar, no suele estar de muy buen humor y no conviene cabrearla.

Anna se levantó y se dirigió hacia la puerta, Cleon la seguía de cerca.

- ¡Anna! - Grito Brann y Anna se paró – No le menciones lo del último desastre. – Por unos segundos la sala se envolvió en un completo silencio. – Tened cuidado por favor.

-Ya lo sé. – Susurró mientras seguía caminando.

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⏰ Última actualización: Nov 20, 2016 ⏰

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