Los Gemelos Horan.

Capitulo 2.

Abrí mis ojos y lo primero que vi fue una línea de sol asomándose por las cortinas de la ventana.

Me pare con cuidado de no marearme y abrí la ventana dejando a la vista el balcón de afuera, ya no hacía frío, el clima estaba loco en estos días.

Me pare enfrente del coset y me puse a elegir mis prendas de ropa, opte por unos jeans, una blusa de manga corta, y unos zapatos de piso.

Al bajar a desayunar no vi a mamá y a papá, típico, me senté y poco tiempo después, Hanzel me trajo mi desayuno.

No me quedo de otra que ir caminando, así que cuando salí me agarre caminando hasta llegar a la casa de a lado, me detuve porque estaban justamente sacando su carro.

Espera a que este estuviera en la calle para poder avanzar, cuando lo hice el carro me pito, voltee y los vi a los dos idénticos, sólo con diferente ropa.

-¿Quieres subirte?- Me dijo creo que Niall desde el asiento del conductor-

- Claro, estaría bien-

Subí al carro y note que había una chica a lado, no sabía quien era hasta que Niall me dijo que se llamaba Bárbara y era su novia, me quede un poco plasmada porque pensé que era soltero pero creo que me equivoque. La chica me miraba de mala gana como sí trajera mierda en el rostro, no llevaba nada más que unos tacones altísimos , junto con una blusa de manga corta, y un pantalón ajustado, ¿Se pone eso solo para ir a la escuela?. En el transcurso del viaje James me miraba a través del espejo retrovisor, decidí no hacerle caso y mirar hacia la ventana. No tardamos mucho en llegar a la escuela así que, en cuanto llegamos abrí la puerta y me baje.

-Muchas gracias chicos-

-Aja lo que digas- Me dijo James de mala gana, bueno tal vez se desperté con el pie izquierdo.

-No agradezcas es un placer- Me dijo Niall mientras cerraba su puerta detrás de el-

Mientras iba caminando por los pasillos me iba dando cuenta poco a poco que a pesar de que ellos sean gemelos, son totalmente diferentes por dentro, mientras Niall es alegre, amable, pero con novia. James es un poco oscuro ya que lleva su ropa negra, sus lentes de sol RayBan, pero aún así los dos tienen una química especial como sí guardarán algún secreto oscuro, y que no lo pueden decir a nadie. Llegue hasta mi salón y me senté en los lugares de hasta delante, dicen que la primera semana es difícil por que no tienes amigos, pero ojalá Romi me hable otra vez. Terminaron las primeras clases y toco la hora del descanso, mientras todos los alumnos salían como caballos en una carrera, yo me quede tranquila en el salón, metiendo poco a poco los libros. Unas manos se posaron atrás de mi haciéndome pegar un brinco del susto.

-¿Qué paso mi reina?- Dijo un chico mientras me daba la vuelta y se mordía el labio.

-No se quien eres por favor apartate- Dije poniendo mis manos en su pecho, que se creía este tipo-

-Tranquila mi reina no pasa nada, ¿sabes? Ninguna chica se resiste a mi y la nueva no será la excepción- Dijo agarrándole fuerte contra su pecho, no sabía que hacer, el es mucho más fuerte que yo, todos ya se fueron y estamos solos.

Mientras el se acercaba más a mi, lo trataba de apartar hasta que me empezaron a salir las lágrimas, no podía contra el, me empezó a besar el cuello y me lamía, cuando al mismo tiempo succionaba pequeñas partes de este. Cuando estaba por besar mis labios, yo ya estaba llorando, me retorcía, moviéndome mucho pero sólo recibía que me apretara las muñecas, no sabía sí esté tipo estaba medio drogado o mal de la cabeza.

Sentí que sus manos de repente ya no me tocaban y su cara ya no estaba cerca de la mía, cuando me percate de ello, me di cuenta que un chico lo estaba golpeándole, cuando al mismo tiempo le decía que le pasaba, esta loco, o no sabía como respetar a las mujeres, escuche que le decía Jake, ese era su nombre entonces. Un chico entro por la puerta y se acercó a mi, no le preste atención a como era su cara, ya que estaba con los ojos llenos de lágrimas, ¿Acaso este era el instituto prestigiado al que me habían metido? Estos chicos están drogados, es mejor estudiar en casa como un tiempo antes de venir lo hacia. El chico me agarro por los hombros y me saco afuera del aula, no preste atención hacia donde me llevaba, así que me deje llevar. Se sentía bien estar entre sus brazos, después del tipo drogado del aula. Sentí el aire fresco entrar entre mis fosas nasales, y ahí supe que estábamos afuera del edificio.