2.Bonito traje fiera.

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-Lo siento linda-se disculpó la señora-parece ser que aquel chico ha tenido un mal día.

-No se preocupe, no es su culpa-la sonreí amable.

Me dio una hoja de inscripción y me señaló unos sillones donde podría sentarme a rellenarlo.

-Listo, gracias...

-Llámame Dorothy pequeña.

-Gracias Dorothy.

Al salir me topé otra vez con aquel dios griego que se encontraba delante de su moto o bueno lo que quedaba de ella.

No pretendía molestarle más pero antes de dar dos pasos ya se estaba acercando a mí con mala cara.

-¡¿Has hecho tu esto?!-me gritó.

-¿Qué?¡No!-le dije enfadada-¿Por qué iba yo a destrozarte la moto si ni siquiera te conozco?

Mantuvimos una pelea de miradas y tengo que decir que si las miradas matasen ya estaríamos los dos a dos metros bajo tierra.

Se volvió a ir furioso hacia su moto pero esta vez estaba hablando con alguien.

Volví  a coger mi mochila de deporte y fui directa a mi apartamento.
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Después de una larga siesta me llegó un mensaje al móvil con una foto adjunta.

-Madii! Te apetece ir esta noche a un combate de boxeo? Scarlett

No era muy fan de aquellos combates donde nada más que había chicas con ganas de acostarse con alguien y borrachos. Aunque tampoco podía quedarme en casa todo el día.

-Claro, ¿a qué hora? Madison

-¡Genial! Paso a por ti a las ocho Scarlett

Mire la hora y eran ya las seis de la tarde, me metí en la ducha y después de media hora cantando a todo pulmón mis canciones favoritas decidí empezar a arreglarme.

Decidí dejarme mi pelo suelto y liso. Unos vaqueros negros de tiro alto y un crop top blanco junto con mis superstar. Sabía que la mayoría de chicas de allí irían con vestidos apretados y enseñando demasiado pero a mí me gustaba ir más simple.

A las ocho en punto Scarlett ya estaba llamando a mi puerta

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A las ocho en punto Scarlett ya estaba llamando a mi puerta.

Ella iba vestida con un vestido negro corto, con una gorra y unas zapatillas plateadas.

Ella iba vestida con un vestido negro corto, con una gorra y unas zapatillas plateadas

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-Menos mal que tú no eres como esas chicas del boxeo-me dijo riéndose.

-Yo tampoco soy fan de su estilismo.

Empezamos a reírnos las dos como locas. Esta chica me iba a caer bien.
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Al bajar del taxi un fuerte olor a alcohol y marihuana inundó mis fosas nasales. Estaba claro que esto era una pelea ilegal.

Al entrar al local pude divisar una masa de gente alrededor del ring gritando los nombres de los dos boxeadores.

Scarlett nos llevó hasta nuestros respectivos asientos y ahí me explicó que estas peleas eran frecuentes en la ciudad y que ella no solía venir por aquí, pero esta vez peleaba un amigo suyo.

Las luces se apagaron los gritos de la gente aumentaron y todavía más cuando un hombre salió al ring.

-¡Bienvenidos una vez más señoras y señores!-gritó-A mi derecha, un metro noventa y 87 kilos de puro músculo...¡Adam el destripador!

Los abucheos inundaron la sala y un hombre de unos treinta años subió al ring.

-Y a mi izquierda, un metro noventa y cinco y 90 kilos de puro enfado...¡Aaron Jones!

Mi mirada se posó en aquel tipo, que resultó ser aquel dios griego del gimnasio.

-¿Ese es tu amigo?-le pregunté a Scarlett.

Ella asintió efusivamente varias veces pero sin dejar de mirar a su amigo.

No os voy a mentir se veía bastante bien sin camiseta y en su torso se podían distinguir bastantes tatuajes que le quedaban bastante bien.

El combate empezó y al principio iba ganando Adam pero en la segunda parte Aaron remontó y le dejo en el suelo en poco menos de cinco minutos.

El árbitro se acercó a él y levantó su mano en signo de victoria.

Scarlett agarró mi mano y se dirigió a lo que parecían camerinos. En la puerta ponía el nombre de Aaron.

Scarlett entró sin ni siquiera llamar a la puerta y tiro de mi hacia adentro.

-¡Aaron!-soltó mi mano y fue corriendo a abrazar a su amigo que la recibió con un gesto cariñoso.

-¿Como estás bonita?-le preguntó tiernamente.

Empecé a notar que yo sobraba ahí así que sin hacer ruido me dirigí hacia la puerta, pero antes de poder abrirla Scarlett me estaba llamando.

-¡Madison ven, quiero presentarte a Aaron!

Él subió la mirada y nuestros ojos chocaron de nuevo. Me dirigí con la cabeza agachada hacia ellos.

-Así que tu nombre es Madison...

-Sí o ¿es que acaso no oyes?-le contesté tajante.

Scarlett nos dirigió una mirada confusa y antes de que pudiese hablar se lo expliqué.

-Entonces ya os conocéis.

-Así es aun que tu amigo no es que sea muy amable.

-Sigo aquí por cierto-dijo él.

El móvil de mi amiga empezó a sonar y se disculpó para salir fuera para poder contestar.

-Bonito traje fiera-le dije intentando sacar conversación.

-No puedo decir lo mismo.

-Lo siento si no voy como alguna de esas putas con las que te sueles acostar, algunas intentamos conservar nuestra dignidad ¿sabes?-le conteste cabreada.

Y antes de que él pudiese decir algo Scarlett volvió a entrar a la habitación.

-Esto no acaba aquí-me susurró al oído.

Y sentí como una parte de mi explotaba.

Aaron en multimedia.

Aaron Jones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora