En este extraño universo en el que vivo, en el cual me creó super Adam, el primer ciudadano al que ayude con mis súper poderes de mortal fue Max. Después de ayudar a Max y que se volviera mi mejor amigo, me di cuenta que esto era lo que quería hacer con mi vida. Quería Ayudar. Y desde entonces llevo la capa en silencio ayudando a las personas cada vez que puedo, eso no había sido un problema hasta ese día.
Ese día parecía ser como cualquier otro en Julies high school. El equipo de baloncesto caminaba por los pasillos esperando la adulación de todo el mundo por haberle ganado a los Tejones en el juego de ayer. Las porristas hacían su habitual danza de apareamiento como la llamaba Max. La cafetería tenía ese clásico aroma a puré de papas perfectamente quemado. Dylan Rollers ya había atado un chico al retrete del baño. Yo ya había desatado a un chico del retrete del baño. Era un día como cualquier otro.
Max y yo compramos unos batidos y nos sentamos en nuestro asiento preferido de la cafetería, justo a la par de la puerta de salida, habíamos iniciado más guerras de comida que cualquier otros alumnos y siempre salíamos corriendo sin que nadie sospechara de nuestro acto criminal. Hace ya un tiempo que no ayudo a nadie por aquí a excepción de la enfermera, la señora de la cafetería, el profesor de música, el conserje, a la banda, a la mascota secreta de nuestro equipo que es Karl Fringer el chico nerd que se sienta frente a mi en el laboratorio de química y la bibliotecaria. Pero necesitaba ayudar a alguien más porque a ellos los ayudaba todo el tiempo, me deleitaba ayudando a chicos realmente especiales, por lo general con problemas médicos. La última persona a la que ayude fue una chica llamada Naomi, sufrió un accidente a los 5 años y quedó paralizada de ambas piernas. Al instante nos hicimos buenos amigos. Max solía burlarse de mí diciendo que éramos los protagonistas del libro yo antes de ti, solo que ella era el chico y yo la chica, siempre que Max decía eso, ella y yo nos mirabamos a los ojos seguido de un gran sonrojo. Aunque teníamos nuestros momentos, nunca vi a Nahomi con otros ojos, eso y que ella había dejado en Grecia a su novio. En otras palabras Friendzone.
-Así que Adam. ¿Has hablado con tu querida Will?- dijo Max mientras le pegaba unos sorbos a su batido.
- Ya hablamos de esto Max. Naomi y yo solo somos amigos- le dije mientras bebia un poco de mi batido.
-Aja Amigos.- dijo levantando una ceja.
-...- segui bebiendo mi batido sin decir nada que después fuera usado en mi contra.
-no tengas pena Adam tu rostro me respondió- dijo Max echando hacia atrás en su asiento.
Ciertamente era así me sentí muy sonrojado pero no era el hecho no sentía nada tan especial por ella más que una hermosa amistad "friendzone". Debo aclarar que tengo un problema con mis mejillas no se porque casi todo el tiempo se encuentran en un tono entre rosa y rojo intenso es muy molesto estar tan sonrojado todo el tiempo.
Seguimos hablando un rato cuando vimos que un kindergarten como solíamos llamar a los de primer ingreso se acercó a nosotros.
-E-eres Adam verdad- dijo el chico entre jadeos.
-Amm si soy Adam. ¿Por qué?-
-La directora quiere hablar contigo- me dijo inclinándose un poco hacia adelante.
-Ok dile que voy en camino- le dije pensando lo inevitable, ella solo me llama por una razón.
Cuando el kindergarten se fue, Max se me quedó viendo con cara picarona, mordiendo ligeramente su labio inferior. -Sabes qué significa eso verdad. Tu y yo sabemos que la directora solo te llama por una razón-. Dijo arqueando una ceja.
-Si Max ya lo se- le dije frunciendo el ceño.
-Así es Adam. Carne fresca- dijo frotándose las manos como un maniático. A veces no tengo idea de que tan grave será su daño cerebral pero aún así es mi mejor amigo y el único en quien puedo confiar. Max suele llamar carne fresca a los chicos nuevos que llegan al colegio y necesitan de mi ayuda.
-Que cosas dices Max. Bueno te dejo ya oíste la directora me llama- dije alejándome de donde estábamos sentados.
-Procura que esta vez sea una sexy alemana- dijo mientras me alejaba a sus espaldas.
Que loco esta Max pero igual es mi mejor amigo pervertido y probablemente mi único amigo. Hasta ese Día.
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Sere tus Ojos
Teen FictionAdam ayuda a las personas todo el tiempo. Nunca se imaginó que su vida cambiará tanto por ayudar a una más. A veces nos vemos al espejo y retocamos detalles del exterior cuando lo que necesitamos es una reconstrucción de alma. Adam creía que ayuda...