cap Ⅱ : Revelación

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Después de seguir al kindergarten hasta la dirección. Me quede un rato detras de la puerta para tratar de escuchar algo pero no logré distinguir nada así que simplemente me acerque para abrir la puerta.

Asome un poco la cabeza a la dirección y vi a una señora muy elegante de espaldas y también estaba ahí la directora sentada como siempre con sus manos apoyadas en su rostro y los codos en el escritorio. Tiene esa mirada que te hace pensar que es de otro planeta, las personas normales no están tan felices todo el tiempo. Me acerque aun mas y antes de entrar note la presencia de un chico sentado frente a la directora.

Lo primero que se me vino en mente "no es una sexy alemana", pero tal vez es la oportunidad de hacer un nuevo amigo.

-Puedo pasar- dije mientras arrastraba los pies al entrar. 

-Adelante Adam- dijo la directora poniéndose de pie para saludarme con un apretón de manos.

Me adentro del todo y puedo ver a la señora. Su rostro no aparenta más de 28 años. Tiene unos ojos verdes grandes que son increíblemente penetrantes. Solo falta confirmar si es de Alemania.

-Adam te presento a la señorita Natasha Grinfor- dijo la directora presentándola con un ademán. 

-Es un gusto- dije extendiendo mi mano. Rechaza mi mano con un gesto para extenderme sus brazos y darme un fuerte abrazo acompañado de un beso en la mejilla y como siempre mis mejillas acaloradas dejaron ver mi sonrojo. La señora retrocede y me ve con sus hermosos ojos que me hacen sentir ligeramente incómodo.

-Tu seras el nuevo amigo de mi querido leoncito- me dijo con su melodiosa voz, que acompaña perfectamente sus tan perfectos rasgos.

-mamá ya hablamos de esto no me gusta que me digas así- dice el chico aun de espaldas sin dejar ver su rostro.

-Adam. Saluda a tu nuevo compañero- dijo la directora colocando una mano sobre mi hombro.

El gira la silla. Es muy simpático para ser sincero su piel es muy clara y su cabello castaño despeinado le luce mucho. Sus ojos verdes son aún más penetrantes que los de su madre. En ese minuto solo pensaba en lo difícil que será cuidar de él y el séquito de chicas que lo acompañen todo el tiempo. 

El chico se puso de pie y extendió una mano. Y entonces el ambiente decayó en un instante. Nadie dijo una palabra. Su mano apuntaba en dirección a una maceta que se encontraba justo a mi lado. Las palabras no fueron necesarias para saber la condición en la que estaba.

Esta vez haré de niñera de un ciego...

Su madre sonrió apenada. -El no está ahí- dijo su madre con la voz tan quebrada como el ambiente.

-No se preocupe yo lo hago- le dije dando unos pasos más cerca de donde se encontraba su mano. Me pongo frente a él y extiendo mi mano para darnos un buen apretón.

-Mi nombre es Adam- dije sonriendo lo mas que pude y poniendo mi tono de voz más alegre para tratar de dar una buena impresión al menos verbal.  

-Mi nombre es Leoncito- dijo mofándose de su madre acompañado de una pequeña risa entre dientes. -Es broma soy Leonard. Aunque todos me dicen Leo-. 

-Pues es un gusto Leo- dije aun con mi entusiasta tono de voz.

-No debes ser tan formal conmigo- dijo llevándose una mano detras de la cabeza para despeinar aún más su cabello.

-Ok ya no lo are- le dije forzando una sonrisa. No tengo nada en contra del chico nuevo pero cuando eres como yo raro y desagradable para las chicas sientes que cada chico más atractivo que tu es una oportunidad menos de que se fijen en ti (tengo muchos complejos eso es seguro).

-Bueno Leonard tu madre tiene los horarios de clase y te presentas el lunes a clases tu salón es el 2-B el mismo salón que Adam así que tendrán mucho tiempo para conocerse- dijo la directora abriendo la puerta encaminandonos a la salida. Todos la acompañamos hasta la entrada del colegio en donde les esperaba un enorme auto BMW. Me quedé maravillado, más bien tonto, ellos deben tener mucho dinero para darse tales gustos. Natasha se despide de mí con otro beso y abrazo mientras Leo me choca de manos y se despide entrando con ayuda de su madre al auto.

La directora me ve con ojos de consuelo -Se que será algo difícil pero confiamos en ti para hacerlo- dijo antes de marcharse.

-No se preocupe estaremos bien. Los dos- dije en un acto para calmarla porque en realidad no sabia que demonios iba hacer.

***

El auto desapareció en la autopista pero la sensación que me incomodaba continuaba ahí. A veces un pequeño instante puede marcar una gran diferencia para el resto de tu vida, ese era uno de esos instantes. Me sentía ligeramente frustrado, así que hice lo que hago cuando estoy ligeramente frustrado. Coji mi celular. Me puse mis auriculares y reproduje una canción al azar. Cuando empecé a escuchar Pack up de Eliza Doolittle. Sentí como si el universo me empezaba amar de nuevo. 

Me acerque a mi salón tarareando. Antes de entrar alguien me jalo del brazo. Me doy vuelta y encuentro a Lily.

-Adam quien es el chico que salio contigo de la dirección-  dijo Lily con su voz aguda y salpicando un poco de su asquerosa saliva.

-La gente normal saluda con un hola- le dije cruzandome de brazos y lanzándole una mirada retadora.  

-Si como sea. Solo dime- dijo enmarcando las cejas y arrugando un poco su frente.

-Ok pues su nombre es Leo y eso es todo lo que se- dije empezando a caminar dándole la espalda. 

-¿QUÉ?. Cómo es posible que solo sepas eso- me dijo parándose frente a mi, exaltada y empuñando ambas manos. Lily debe saber todo lo que ocurre dentro y fuera de las paredes del Colegio.

-A si claro por poco lo olvido es ciego- mis palabras hicieron que Lily retrocediera un poco.

-Pues si es así no me interesa. Necesito que me vea para que me diga lo hermosa que soy- me dijo alejándose de mí y echándose un mechón de pelo para atrás.

Cuando me acerque a la puerta del salón di unos pasos adentro y ya estaba besando el piso. Alguien me embistió por detras y por alguien me refiero a Max. -Así que Adam como es ella- me dijo extendiéndome una mano para levantarme.

-A pues es alta, delgada, ojos verdes y su piel es muy clara- le dije mientras me ponía de pie y me sacudía el polvo del suelo.

-Hay algo mas...- me dijo arqueando una ceja como suele hacer.

-Así claro es ciego y es un chico- le dije mientras me acercaba a mi asiento justo al lado del de Max.

-Ha-ha muy gracioso Adam. Bueno entonces no es una sexy alemana-. Max estaba fascinado con las alemanas. 

-No es un chico de quien sabe donde-  .

-Espero que no me cambies por él- me dio un pequeño golpe en el hombro.

-Eso no ocurrirá vale- le regrese el golpe.

El resto del día mi mente estuvo en otro lado. Las clases pasaron una por una hasta que termino el día y cuando llego el momento de ir a casa, mi libreta estaba vacía y mi mente llena de raros pensamientos y locas ideas.

Las cosas no serán tan fáciles esta vez...

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⏰ Última actualización: Dec 11, 2017 ⏰

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