Habían pasado dos semanas desde que la luna se mantenía llena y en todo el mundo solo había desastres naturales.
Aquella mañana nada era distinto. La misma voz del conductor del noticiero matutino comentaba el asombro de los científicos y astrónomos al no encontrar explicación alguna a la luna llena que se miraba desde hacía días, seguido por el resumen de las nuevas catástrofes y entrevistas a gente que han perdido sus casas o están en busca de un familiar. Maldita humanidad, grabando y preguntando a una mujer envuelta en llanto cómo lo están pasando, en vez de mandar ayuda muestran su sufrimiento.
Y a su tiempo en alguna escuela una hermosa chica mantenía sus ojos color café fijos en el estacionamiento de su instituto, esperando ver el auto de su novio. Sentada en frente de ella una pequeña figura la miraba con aburrimiento.
— ¿Otra vez te dejo plantada?
Sin mirarla asintió. Sacarlett pasaba la mayor parte de su tiempo preguntándose por qué su novio Scott desde días pasados cancelaba sus planes, creía que tenía que ver con el hecho que en los últimos meses discutían en principio por sus salidas tan tarde de ella, pero después las disputas eran hasta por cosas mínimas.
—Tú tienes la culpa, dejas que Scott te manipule.
—No me manipula –dijo en un tono bajo, girando por fin su rostro a su amiga, quien jugaba con su almuerzo con ese típico ceño fruncido cuando algo le desagradaba.
—Lo hace, cada que salimos te dice que le digas a dónde vas, a qué hora llegamos, la dirección para que pase por ti cuando ya es tarde.
—Solo se preocupa
—¿Realmente es eso? ¿Solo se preocupa? –cuestiono la chica frente suyo.
Scarlett se veía confundida, no entendía a que se debía la exaltación de su amiga que estaba irritada. Deslizo su desayuno por la mesa, quitándolo de su vista y se cruzó de brazos.
—Te está engañando, es más que obvio y tengo pruebas –tomando su bolso saco su celular y se lo dio, dejando ver las fotos de una figura conocida entrando a un hotel.– Sigue mirando, salió con alguien después de entrar y la reservación, está a su nombre. Entre y pedí el registro. Engáñate si quieres, pero ahí están las pruebas.
Que trago amargo estaba viviendo en ese momento. Era él, su rostro se veía en una de las fotos. Ella había dejado un mundo lleno de malos hábitos para un joven, solo para ser digna de su atención, del cariño de su familia, de su amor. Lo había tenido, lo tenía a él y era feliz pero al parecer él ya no lo era.
Dando un fuerte suspiro deshizo el nudo en su garganta y le regreso el móvil.
—Dijisteque esta noche habría una fiesta –la chica frente suyo asintió con emoción contenida.–ya no veo motivo para no ir

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Nalem
Short StoryLas leyendas de la luna, el sol y la tierra son muy famosas. Amores imposibles, condenados a la separación. Nalem es la protectora de la luna, dispuesta a cumplir sus caprichos. Su reina esta triste por el hecho de su amor imposible y le ha enc...