Prologo

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Era de noche, el silencio reinaba en los pasillos del antiguo palacio de la dinastía HIlium. Solo se escuchaba el familiar sonido del viento meciendo las hojas de los árboles y el susurro de los animales nocturnos. Los torpes pasos de un joven somnoliento interrumpieron el silencio del lugar. Aun no sabía por qué había salido de la comodidad de su habitación para caminar en la fría noche que en ese momento lo rodeaba. Pero no se detuvo, pues cuando despertó una sensación extraña recorrió su cuerpo.

Sus pasos inconscientemente lo llevaban a la habitación de sus padres. Extrañamente no había encontrado ningún guardia en su camino. El sentimiento de ansiedad aumento y el sueño le abandono. Diviso a lo lejos en el pasillo que llevaba a la habitación de sus padres un bulto deforme en el piso. Sus pasos se apresuraron a llegar, sintió un líquido espeso y pegajoso en la planta de sus pies. El corazón comenzó a latirle con fuerza cuando se dio cuenta que el extraño bulto eran los cuerpos de los guardias custodias de sus padres. Abrió la puerta de un tirón. La habitación se encontraba en tinieblas, pero los débiles rayos de luna que se colaban por la ventana le ayudaron a divisar una silueta masculina.

Unos ojos rojos como la sangre siguieron cada uno de sus pasos, no podía apartar la vista del hombre misterioso. Entonces tropezó con algo, sus ojos volaron a lo que se encontraba en el piso, su corazón dio un vuelco. En el piso, lo que parecía estar era el cuerpo sin vida de su padre. Se agacho enseguida para comprobar que estuviera con vida, pero la ausencia de pulso le confirmo lo que mas temía.

Estaba muerto.

Miro con furia y rabia a donde hace unos momentos se encontraba el asesino. Pero ya no había rastro de el en ninguna parte de la habitación. Se apresuró hacia la ventana y miro hacia el exterior, pero no se encontraba nada que delatara al asesino.

Volvió a donde se encontraba el cuerpo sin vida de su padre, busco con la mirada a su madre, se percató de que esta yacía inmóvil en la cama. Camino con el corazón en la mano hacia donde se encontraba, lagrimas caían sin parar de sus ojos. Escucho un leve gemido de dolor, entonces la esperanzas regresaron a él. Se acercó presuroso a donde se encontraba su madre, una mujer de deslumbrante cabello rojo y hermosos ojos azules.

—¡Mama!— grito preocupado, cuando una mueca de dolor inundo las suaves facciones de su madre.

—¿Quién esta ahi?— Las palabras sonaron forzadas, los ojos de la mujer estaban nebulosos. Entonces supo que no había esperanza. Vio la horrible herida en su torso, quiso vomitar, pero su fuerza de voluntad se lo impidió.

—Estoy aquí Madre.— respondió tomando su mano. Estaba fría.

—¿Mik...hail?— pregunto confundida. —¿Eres... tu?

—Soy yo.— pronuncio con un nudo en la garganta, no podía ver más así a su Madre, era demasiado doloroso.

Intento acariciar el rostro de su hijo, pero no tenía las fuerzas suficientes. Estaba cansada y sentía mucho frio. Las manos del joven sostuvieron la de ella y la llevaron a su rostro. Una lagrima se derramo por última vez mientras pronunciaba una sola palabra antes de partir del mundo de los vivos.

Vive.

—¡Madre!— grito con dolor. Miro hacia donde yacía el cuerpo de su padre. —Padre... no me dejen solo.

Los gritos atrajeron a los guardias del castillo y a los habitantes de este. Todos miraban con horror la sangrienta escena que se les presentaba.

Los emperadores, cruelmente masacrados. Y el único sobreviviente de la Dinastia Hilium se encontraba abrazando el cuerpo muerto de su madre.

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¡Hola a todos! Aqui dejo el prologo de esta historia. Espero les guste. No olviden votar y dejar su comentario. ;)

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