Pasados unos días de la tragedia donde los emperadores habían perecido, el palacio real mantenía una atmósfera lúgubre y deprimente. Los más supersticiosos dijeron que el alma en pena de los emperadores vagaban por los pasillos buscando descanso eterno, otros, los más cercanos al palacio podían dar testimonio de que el aire estaba sutilmente cargado con aroma a sangre.
La guardia personal del emperador e incluso los más destacados y reconocidos rastreadores de la corte no habían podido encontrar una sola pista sobre el asesino. Muchos comenzaban a sospechar que el culpable era uno de los Monstruos ocultos en la oscuridad del bosque. Pero Mikhail lo sabía, mejor que nadie. No fue ningún demonio, ni tampoco un monstruo. El recordaba perfectamente que el asesino de sus padres era una persona con los ojos tan rojos como la misma sangre. Y él se encargaría de acabar con él con sus propias manos.
Se encontraba sentado frente a un gran escritorio de caoba fina, estaba lleno de papeles y libros forrados en largas tiras de cuero. Tenía entre sus manos un papel que era nada más y nada menos que la última voluntad de su padre. El Emperador había dejado instrucciones explicitas en caso de su muerte, probablemente su padre lo presintió no era ninguna novedad que la intuición del emperador era casi tan certera como las predicciones del sacerdote real.
(...)
En caso de mi muerte, el legítimo emperador de Reshgel será mi hijo, Mikhail. Se le serán dados como apoyo los consejeros más sabios de la corte real. Pues aún es joven.
Sin embargo, para que el nombramiento se mantenga en su cumpleaños número veintiuno se casara con la heredera de la casa Usheal. No es necesario mencionar las razones.
Las tierras del norte...
(...)
Mikhail paro la lectura del testamento cuando observo la condición para mantener su posición como emperador. ¿Una esposa? Fue la primera cosa que se le vino a la mente. Aunque pensándolo bien, era muy típico de su padre. Siempre acaba sorprendiéndolo. No cuestiono más ese decreto, sus padres le enseñaron el honor de cumplir con las obligaciones, y este era un deseo del difunto emperador, no podría negarse aunque así lo deseara.
Ese pensamiento lo llevo a preguntarse cómo era la joven del clan Usheal y que es lo que la hacía tan especial como para ser elegida como su futura esposa. Sin embargo todo pensamiento hacia la joven desconocida fue desechado. No pensaría en eso hasta que llegara el momento, y para eso aún faltaban seis largos años.
Desde ahora en adelante todo pensamiento seria dirigido para obtener conocimiento y cuidar del país que su padre tanto amaba, ese que le vio nacer y crecer, ese mismo que vio morir a sus padres y que algún día lo vería morir a él. Aunque esperaba que ese dia fuera en muchas décadas mas adelante.
Entendía que la corte estaba llena de gente hipócrita y preparada para traicionar, debía ser astuto para sobrevivir a todo ello hasta alcanzar la edad de madurez adecuada. Él ya se estaba dando cuenta de todo aquello, los ojos de los cabezas de las familias poderosas lo miraban con codicia. Probablemente por su juventud pensaba que era ingenuo o débil de alguna manera.
Que equivocados estaban.
A pesar de ser joven, su madre le había instruido desde pequeño sobre política, economía y las diferentes artes de la estrategia y de la guerra. Siempre le había gustado estudiar con su madre, pues quería que ella se sintiera orgullosa de él por convertirse en un buen emperador como su padre.
Su padre había sido su más grande héroe, no solo era un padre cariñoso, sino también un sabio emperador que amaba a su gente y sobre todo un poderoso guerrero de las artes espirituales. Las artes espirituales eran el poder que protegía a los humanos, solo a aquellos elegidos podían poseerlo, las personas los llamaban Sakarh, guerreros sagrados para proteger el reino y a las personas ordinarias. Muchas veces el poder de los Sakarh era hereditario pasando el legado de generación en generación.
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Emperador de fuego
FantasyEsa noche su vida cambio por completo. Las personas mas preciadas para él le fueron cruelmente apartadas de su lado para siempre. Juro venganza, hacer pagar a los asesinos de sus padres. Y sin embargo debía cumplir con su ultima voluntad. Esa noch...