EL AMANTE

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Papá se fue, nos dejó, de cierto modo. Se encontraba en los Estados Unidos, dijo que mandaría dinero cada semana para que mamá nos cuidara.

Saliamos, saliamos mucho en "familia", éramos mis hermanos, mamá y él, el ex jefe de mi papá.

No entiendo porqué a veces la depresión te lleva a hacer cosas que no quieres o cosas que piensas que serán lo mejor para ti, quizá eso pensaba mi madre.

Recuerdo este día en especial, hacía frío, o simplemente era yo la que tenía frío.

Él siempre nos llevaba a diferentes lugares a pasear, a restaurantes, parques, bosques, piscinas y zoológicos, todo parecía perfecto, una linda familia de paseo.

Estaba nublado, no había más personas en el hotel, ahora que lo recuerdo se parece a una película de terror. Una piscina con niveles de profundidad estaba en la parte trasera, mis hermanos, mi mamá, él y yo disfrutábamos el día, nadamos como por 20 minutos, hasta que mamá y él comenzaron a salir del agua, no sé si yo ya sabía algo, no sé si fue instinto o no sé si lo hice por hacer un berrinche.

-No mami, si te vas me voy a meter a lo profundo.—La amenace, no quería que se fuera con él.

Ahora recuerdo porque odio tanto el olor de las piscinas, el cloro.

-No empieces, vete a la orilla y recoge tu salvavidas.—Me dijo severamente fuera de la piscina.

-¡Metete conmigo!

Comenzó a caminar, iba a irse, no tuve opción, camine o nade, no lo recuerdo, sólo sé que no podía respirar, estaba saltando lo más que podía para jalar un poco de aire, podía sentir mi corazón latiendo desde mi pecho hasta mis oídos, estaba realmente asustada. El sabor del agua era repugnante, algo estaba mal. No pasó mucho tiempo, pero para mi fueron horas, mi madre saltó al agua, me sacó y me regañó, me lo esperaba.

Quizá fue muy dramática mi acción, pero creo que los motivos la validan, aunque, no sirvió de mucho.

-Vamos a la habitación, hace frío, quiero bañarme.—Mi hermana tampoco quería que ellos estuvieran solos en la habitación.

-Vamos.

Tomamos a mi pequeño hermano y subimos juntos las escaleras hasta llegar a la puerta, estaba cerrada, tocamos un par de veces, cuando por fin abrieron, estaba él, justo frente a la puerta, completamente desnudo.

-Su mamá y yo nos estamos bañando, bajen a la piscina.—Iba a cerrar la puerta.

-¡No! Tengo frío y me quiero bañar.—Me enojé, no quería irme.

-Vayan abajo.

Cerró la puerta.

Nunca me agradó, aunque tenía dinero y una gran casa, a esa edad no me importaba, lo detestaba, no era bueno para nosotros, papá se enojaría mucho cuando regrese de los Estados Unidos.

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