TIGER KOMMANDANT

Leningrado

30 de Septiembre de 1943, 

9:00 de la mañana.

- Kommandant, informe de la nueva misión.

- Gracias Ivan - respondió el comandante Kaus a su operador de radio.

Al parecer, el alto mando alemán quería efectuar otra ofensiva contra la ciudad. Otra más que acabaría en fracaso. La ciudad rusa no estaba destinada a la conquista, por mucho que el asedio continuase. Pero Kaus no podía rechistar. Acabó de leer el informe y se dirigió a sus chicos. 

- Bueno, nos mandan entrar en la ciudad por la carretera principal con todos los blindados de la escuadra, es decir, sólo nosotros. El resto de escuadras entrarán por las callejuelas y proporcionarán apoyo a la infantería. Nos llamaremos ARMADILLO 1, y Göeber será ARMADILLO 2, y los chicos de la nueva escuadra de Panzers serán ARMADILLO 3. El objetivo es llegar al centro de la ciudad y acabar con el cuartel allí montado. Habrá presencia de blindados enemigos y armas antitanque, aparte de una continua lluvia de granadas y fuego de pequeño calibre. Todo entendido?

- ¡Sí, señor!- contestaron los tripulantes de carro al unísono.

- Pues a posiciones de combate, la ofensiva comienza a las 10:30 horas de la mañana.

El resto de tripulaciones de carro pusieron a punto sus vehículos y armas, al igual que la tripulación de Kaus. El kommandant entró en su carro de combate y cerró la escotilla tras de sí.

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- Mando, aquí Armadillo 1, listos para avanzar. Cambio.

- Recibido, Armadillo 1, Armadillo 2 y 3 en posición también. Permiso para avanzar. Cambio y cierro.

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- ¡Burke, motor en marcha y avante toda!¡Artillero, ojos en todo los que se mueva!¡Operador, ordene silencio de radio hasta entrar en combate!¡Ernest, carga munición antipersona!

El tanque se puso en marcha al mismo tiempo que el resto de carros blindados. El Tiger I empezó a moverse por la carretera principal de Gorelovo, dirección a Leningrado. Detrás, el resto de escuadras blindadas y batallones de infantería se movían en columna. Poco antes de entrar en la periferia de los suburbios, Kaus dió el alto por radio y ordenó el despliegue. Las tropas rompieron filas y se movieron dirección na las casas por los flancos del tanque.

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- Mando,  aquí Armadillo 1, avistamos las posiciones enemigas, 300 metros.

- Recibido, Armadillo 1, permiso para atacar. 

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El comandante de carro abrió la escotilla y dio la orden de atacar con la mano. El tanque volvió a moverse y el primer fogonazo de cañón salió del 8'8 cm del Tiger 1.

- ¡¡Ernest!!- gritó el artillero- ¡¡Carga munición HEAT!! (este tipo de munición era especial de los cañones de alto calibre, diseñada para penetrar el mismo grosor de blindaje sin depender de las distancias)

El tanque avanzaba implacable ante las posiciones enemigas, pero pronto los disparos de las pequeñas armas rusas se convirtieron en un cañoneo constante de armas anticarro. Aún así, pocos de estos cañones podían penetrar el blindaje frontal del Tiger. Pero el enemigo ya sabía eso, así que siempre preparaba emboscadas para flanquear a los tanques pesados. En este caso, los rusos habían escondido a fusileros con granadas antitanque en las casas más cercanas a las calles, y cuando los carros blindados pasaban, los soldados enemigos lanzaban sus granadas inutilizándolos. Kaus no temía demasiado por estas emboscadas, debido a que detrás suya había una compañía entera de infantería alemana que se ocupaba de limpiar las casas.

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- Armadillo 2 a Armadillo 1, hemos visto un tanque T-34 moviéndose hacia vosotros, cambio.

- Recibido, Armadillo 2, nosotros nos encargamos.

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- ¿¡Has oído Mark!?- preguntó Kaus.

Ernest preparó los proyectiles de alta penetración y esperó la orden del artillero para cargarlos en la recámara del cañón. Así que Mark avistó el tanque enemigo, disparó contra él. Pero el primer tiro fue errado, dando tiempo al carro blindado enemigo a disparar contra el Tiger. El proyectil ruso arañó el blindaje, arrancando las protecciones adicionales que la tripulación había instalado con  planchas de acero y trozos de oruga. Dentro del tanque, el sonido era ensordecedor.

- ¡¡¡Carga!!!- gritó el artillero a Ernest.

El cargador abrió la recamara a toda prisa e introdujo el siguiente proyectil. Mark abrió fuego de nuevo contra el tanque enemigo, impactándolo en la torreta. Segundos después, la tripulación del T-34 salió del tanque, e Ivan descargó la munición de su MG34 contra ellos. 

- ¡Sí señor!- gritó el artillero.

- ¡Buen trabajo, Mark!- dijo Kaus.

La maravillosa pieza de ingeniería alemana se puso en marcha y continuó su trayecto hacia el centro de Leningrado. Pero las cosas empezaron a torcerse rápidamente.

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- ¡Armadillo 2 a Armadillo 1, nos han dado en la torreta y no podemos moverla!

- ¡Göeber, dadnos vuestra posición y vamos para allá!-gritó Kaus.

- ¡Negativo!¡No tenemos puntos de referencia para daro...

- ¡Göeber!¡Armadillo 2, contesta!

- ¡Seguimos aquí, nos han vuelto a dar!¡¡El motor está en llamas!!

- ¡¡Mierda Göeber, salid de ahí ya!!- ordenó Kaus, esperando respuesta. Pero ésta no llegó.

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