10:00 Pm - Sombras de Vergüenza

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Caminé por al menos cuatro calles y dos callejones, hasta llegar a un punto junto a una cancha de fútbol en donde no había mas carretera, solo un muro de ladrillos y un gran árbol con letreros sobre botar basura, paralelo a la cancha estaban un grupo de personas sentadas en forma de circulo, había olor a cerveza y marihuana, el faro de esta parte del bulevar no estaba dañado por desgaste, este estaba roto y los vidrios estaban aun en el suelo, reconocí algunas caras, otras eran nuevas para mi, y otras tardé en descubrir en mi memoria que formaban parte de alguna infancia remota, algunos tenían pocos días de re descubrir el mundo luego de un par de años en prisión, Daniél Robbinson o solo "Rob" para algunos era un ejemplo claro, era el que llevaba los hilos en esa mesa redonda de auto compasión, desde que me tiré a su hermana no he sabido de el mas que lo que ella me cuenta, no tenia cuenta alguna en redes sociales, seguro que ni siquiera tenía seguro social, antes era brillante, se las arregló para ser el ganador en concursos de baile, y una vez robó todo el dinero de la caja fuerte del tipo mas adinerado del barrio, solo el y dos niños mas, fue un gran golpe para un niño de doce años, ahora supongo que a eso se dedica, delincuente menor, con una mente como la suya pudo ser un estratega excelente en conflictos y aun mejor soldado, nunca dejo que se metieran con un amigo suyo, es un hombre de familia sin familia, las calles son su hogar, y esta bola de mediocres sus peones, fue mi impresión al ver como Jerry me presentaba, -¡el hijo prodigo ha vuelto desgraciados!- gritó Daniél levantándose de su asiento y golpeando los hombros de sus compañeros, -El destino te trajo a tiempo Nick, planeamos algo grande, algo que no hará salir de estas calles, y te necesito en mi equipo- Fue rápida la petición de Daniél, quería decir "no" y largarme, pero en ese momento una voz femenina apareció tras de mí, para mi mala sorpresa era mi hermana, no la había visto hace años, cuando mis padres murieron ella era mayor de edad, recibió una herencia de mis padres y yo una parte, ella nunca se contactó conmigo, nunca me buscó, nunca quiso buscarme, era ella la recuerdo bien, hace 12 años no la veía, pero esos ojos grises de familia son inconfundibles, la luna hace brillar los suyos y los míos, que no se han visto en mucho tiempo, yo hice algo con mi dinero, ella sigue en esta calle, quizás por vergüenza nunca me buscó, y se quedó aquí, la miré sorprendido y ella me abrazó y me susurró al oído -vete, lárgate y no vuelvas- me desconcertó al principio pero acto seguido Daniél me puso el brazo encima y me apartó de ella, volteó a verla y me volvió a mi, me dijo -Fresco bro, te la hemos cuidado, nadie la ha tocado, nadie a podido con esos ojos, la muy perra no quiere pareja, no demuestra afecto a nosotros que somos su familia, ni siquiera lo hizo contigo, que comparten sangre, se queda aquí quien sabe por qué, a estas alturas si no fuera por lo hermosa que es, ya la habríamos rajado, ¿me entiendes bro? o eres de la familia, o no eres nada.- en ese momento sacó un rollo de papel, un "bareto" para ellos, lo prendió y lo fumó prosiguiendo soltando un poco de humo en cada palabra -Ahora que has vuelto necesito a ese chico de antaño que logró robar el código de la caja, ¿lo recuerdas? misma idea solo que necesito el de una bóveda esta vez, seguro no es nada para un maldito genio de la computación como tu, tu hermanita sigue tus logros, y yo sigo a tu hermanita, así que no te sorprendas, mejor enorgullecerte, pues la chica esa tiene habilidades con las maquinas, parece que algo tienen en común, espero que no seas tan testarudo como ella- sacó una navaja de su pantalón y apoyó su brazo en mi hombro, dando otra fumada a su cigarro lanzó todo el humo a mi cara y me miró como el joker miraría a cualquier victima, me enojé y miré a mi hermana, decidí hacerle caso, me di media vuelta -Solo vine de paso- y me alejé caminando, escuché mas pasos ademas de los míos, algunos charcos salpicaban zapatos, y algunas piedras eran pateadas en la oscuridad, apresuré mi caminar y de un momento a otro sentí un fuerte dolor en la cabeza, y todo se hizo oscuro.


Black BoulevardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora