La vida no se trata de llevar cuentas. No se trata de competir por el número de personas que te llaman, como tampoco de hacer alarde de los noviazgos que has tenido, estás teniendo o piensas tener. No se trata de los chicos que has besado, los deportes que practicas, o cuál chico o chica te cae bien. No se trata del cabello, los zapatos, el color de piel, o dónde vives y que colegio asistes. De hecho, no se trata de calificaciones, dinero, prendas de vestir o de las universidades que te ofrecen cupo. La no se mide por el número de amigos que tienes, o por si eres un ser solidario, como tampoco se trata de que seas popular o seas rechazado. La vida no tiene nada que ver con estas cosas.
La vida tiene que ver con personas que amas y con aquellas a quienes Hieres. Tiene que ver con como te sientas acerca de ti mismo. Tiene que ver con sentimientos de confianza, felicidad y compasión. Tiene que ver con salir en defensa de los amigos y con reemplazar odios del alma por amor. La vida tiene que ver con evitar la envidia, superar la ignorancia y edificar sobre la confianza. La vida tiene que ver con lo que se dice y con lo que se quiere decir. Tiene que ver con aceptar a las personas por lo que son y por lo que tienen. Sobretodo, la vida tiene que ver con decidir como utilizar nuestra existencia para tocar la de otro ser, de una forma que jamás habría sido posible de otra manera. Estas distintivas son la esencia de la vida .....Katie Leicht, 17 años