Together in the crime //MLB AU// «Ladynoir y Adrienette» ||HIATUS TEMPORAL||

✨ Capítulo uno ✨

«Cuenta regresiva»

||Narra Marinette||

Las clase habían acabado, cuando salí me encontré con Adrien, él me tomo de la mano y salimos hacia su auto, en el camino pláticamos sobre lo que haríamos durante él día.

–Que tal si vamos a comer al restaurante Le Bouillon Chartier—pregunto Adrien.

–Claro, escuche que sirve buena comida. ¿Pero como lo vamos a pagar?—quería llevarme a un restaurante costoso.

–Con esto—entre sus dedos había una tarjeta de crédito.

–¡¿Acaso le has robado la tarjeta a tu padre!?—

–O vamos no lo digas así, la tome "prestada" nada más–ambos reímos.

–Adrien Agreste, ambos sabemos que eso no es tomar "prestado"—

–No se dará cuenta—

[.....]

Llegamos algo tarde al restaurante, cuando entramos observamos que él lugar era muy elegante y nosotros no veníamos bien presentados; así que todos se nos quedaron viendo con mala cara, idiotas. El mesero se presento.

–Buenas noches, ¿podría tomar su orden?—

–Si, yo quiero soufflé de atún, ¿y tu Marinette?—

–Yo, crêpes à la reine—

–Claro—contesto mientras escribía lo que habíamos ordenado—¿les podría ofrecer algo para que disfruten su cena?.

–Nos podría traer una botella de romannèe conti—

–Enseguida—se retiro de la mesa.

Adrien y yo nos quedamos charlando sobre diferentes temas que se nos ocurrían. Transcurrió un tiempo cuando la cena por fin llego.

–Adrien, ¿enserio comerás todo eso?, es mucho—

–Por supuesto Mari, en mi casa mi padre nunca esta y cuando llega lo único que hace es estar a su oficina y resolver algunos casos criminales, aunque sea por una vez merezco que me alimenten bien​—eso último me lo dijo algo nostálgico.

–Perdón, no quería hacerte recordar eso—

–No te preocupes, mejor disfrutemos de la cena—

Una vez que terminamos la comida nos retiramos del lugar, subimos al auto que se dirigía a mi casa.

–Adrien, ya es noche mejor dejame aquí, tu padre te puede regañar, además mi casa ya esta cerca—si llega tarde su padre lo puede regañar y terminen en una pelea por mi culpa.

–Por supuesto que no, y menos a esta hora, además a mi no me engañas Marinette dupain-cheng, yo se perfectamente que tu casa no esta nada cerca; así que te voy a llevar—

–Esta bien tu ganas—

Cuando llegamos me despedí de Adrien, entre y encendí las luces, no había nadie, subí hacia mi habitación y me eche a llorar desconsoladamente, han pasado 6 meses desde la última vez que los vi.