The Prince

CAPÍTULO 1

Febrero 9, 2029.

Él nunca creyó que a sus 19 años de edad ya tendría que elegir esposa.
Nunca lo imaginó, hasta esa mañana.

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Se sentó en la mesa del gran comedor, como todas las mañanas solía hacerlo, y esperó a que sus padres llegaran para comenzar a degustar su desayuno.

Ambos reyes entraron por la puerta principal con la misma elegancia de cada día y tomaron asiento a su lado; ningúno de los dos dijo nada.

-Buenos días, padre -se digno a saludar con una leve pizca de sarcasmo, eso no era usual en él, pero al notar que no tenían intención de iniciar una conversación se convenció de hacerlo por su propia cuenta- Buenos días, madre.

-Buenos días, hijo -dijeron al unísono, sin siquiera percatarse del nuevo tono de voz utilizado.

-Es una bella mañana ¿verdad? -tomó su tenedor de plata, como todos los demás utensilios, para después comenzar a picotear su comida.

-Justo como la anterior -respondió su padre, cortante como siempre.

-Cariño -su madre se aclaró la garganta con incomodidad y después de mirar al rey, miró a su hijo- Hay algo que tenemos que decirte, ¿cierto, Des? -insistió con la mirada y por primera vez el rey puso atención en lo que decían.

-Ah, si, por supuesto.

-Y bueno, ¿que es? -preguntó con una mirada impaciente.

-Dentro de dos semanas llegarán las princesas de los reinos vecinos, vienen especialmente para conocerte a ti -su padre trató de sonreír, pero logró algo más parecido a una mueca.

-¿A mi? ¿Y porque a mi? Tú eres el rey -dijo con una mirada tímida, era algo inocente para su edad.

-Y tu eres el príncipe, Harry -habló su madre con orgullo.

-Lo sé, no quiero sonar grosero, pero no entiendo que tiene que ver conmigo.

-Ellas vienen especialmente para conocerte, tratarte y competir por ti.

-¿Competir por mi? -preguntó a su padre con los ojos muy abiertos.

-Sí, alguna de ellas sera tu futura esposa, Harry, tienen que competir por ti.

-Esperen... ¿Que?

Su rostro se puso pálido y sus orbes verdes se abrieron más, dejó caer el tendor en el plato, ocasionando un ruido en el comedor.

Sintió como todo a su alrededor iba desapareciendo, dejando lugar a las últimas palabras de su madre, de pronto se sintió pequeño en su asiento y quiso salir corriendo de ahí.

¿Esposa? Si tan solo tenía 19 años, él no quería una esposa, es más; no necesitaba una.

-Oh, bueno, pueden decirles que no vengan, no quiero una esposa, pero que de igual manera, muchas gracias por tomarse su tiempo.

-¿Que parte no entendiste, Harry? No es que quieras una esposa, la vas a tener porque como futuro rey de Calix, necesitas una reina.

-Pero tu seguirás siendo el rey por mucho tiempo ¿verdad? Cuando yo lo sea entonces elegire una reina, y la que yo quiera, no necesariamente una princesa de otro reino -agregó con molestia y tomo su tenedor de nuevo para despues llevar más alimento a su boca.

-¡Fue suficiente! -gritó su padre y Harry junto con la reina dieron un brinco en su lugar- ¡Ellas vendrán a conocerte y cuando estés listo vas a elegir a una de ellas! ¡Y será en cinco meses!