Cuando peleamos con nuestros padres deseamos desde lo más profundo irnos de casa. Cumplir la mayoría de edad e independizarnos. Tan fácil lo vemos, creemos que los problemas desaparecen, que podes hacer lo que querés, no existen reglas para ver peliculas toda la noche comer en el sofá traer muchos amigos, ir al boliche. Escapar de la vida en la que nos dicen que hacer todo el tiempo.
Ella quería escapar de la vida que llevaba, quería huir, quería correr hacia cualquier lado sin importar que choque contra otra pared, lo importante era correr sin mirar atrás.
Al cumplir 18 años se casó con un señor de la alta sociedad. El inspiraba salvación, el era su salvación. Irse de su hogar fue un gran logro. Un paso más. El la quería de verdad. Ella sólo quería huir.
El silencio nos destruye por dentro, pero no de hoy para mañana. Si no lentamente, se toma su tiempo para destruirte como le plazca,te tortura hasta llegar al punto en que ya no sos vos.
Es como si supieras que un amigo muy querido mató a alguien, lo sabes, no lo dices pero lo sueñas todas las noches, modifica tu forma de ser, tu actuar diario, algo que está ahí y por más que sonrías no desaparece, por más que quieras no se va. No te suelta más. Y ella decidio convivir con el silencio.
Con los años vinieron dos niños, una nena y un varón. Gisela y Marcelo.
La experiencia de tener niños fue algo hermoso y único pero el silencio acumulado de varios años hacían que ella no fuera completamente feliz, es un bicho que está dentro de cada persona, vos decidis si soltarlo o no.(Relato desde su perspectiva)
Otro día más.. me levanto de la cama con mi marido a mi lado, me preparo un café caliente,llevo a los niños a la escuela y luego voy a trabajar, estoy delgada. Sé que llamo la atención, no sólo por mi cuerpo, sé que soy atractiva, intento dar mi mayor impresión. Me gusta estar arreglada todo el tiempo, los tacones son parte de mi piel. También sé que si deseo algo y ese algo lo tiene un hombre, lo puedo conseguir. Y si lo tiene una mujer, también. Pero las tácticas cambian. Podría ser con un regalo, una sonrisa, o con un halago. La gente es muy manipulable y tonta. Me está gustando esto.
Llego a casa, estoy sola. Me acuesto en la cama y como todos los días los recuerdos se plasman en la pared del techo, cierro fuerte mis ojos y grito lo más fuerte para que estos desaparezcan, pero no. No se van a ir. Nunca. Estoy muy nerviosa. Necesito romper algo, o emborracharme. Creo que voy a tomar. La puerta del living se abre, llegó mi marido con los niños.
Llego la hora de la cena,en la mesa hay mucho silencio y nadie quiere verme fijo a la cara.— Mamá, aprobé Matemáticas.— Dijo Marcelo.
— Es tu deber.
— ¿Volviste a tomar? —.
Me paré y comencé a insultar, a tirar las cosas de la mesa y romper lo que se me crucé. Los niños salieron corriendo a su pieza y luego de tirarme al piso a llorar, mi marido me abraza y me lleva a nuestro cuarto. El nunca entiende porque me pasan estas cosas, sólo cree que soy demasiado nerviosa y que tengo problemas con el alcohol. No es cierto. Sólo es un escape. Mañana va a ser diferente,solo quiero dormir.
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Castellum
Teen FictionMás que una historia de vida sentirte dentro de mí y vivirlo día a día lo que para mí no fue una vida común y corriente. Ponte en mis zapatos por estos años que vivirás conmigo y pide a los cielos "¡CASTELLUM!"