Desperte en una sala blanca, con algunos cuadros de mi familia, por las paredes, suelos limpios con un monton de cojines en una esquina y por la otra un espejo mal cuidado envuelto de sangre mia, no entiendo nada lo que pasa, desperte en una de las esquinas postrado sobre un colchon, con los brazos ensangrentados por unos cortes que me hice con los bordes del espejo.