Camine por aquel pasto húmedo sintiendo como mis zapatos negros se hundían en el. Mire hacia mis manos la cuales sostenían un ramo de rozas rojas, las favoritas de annia, se que le alegrará mucho que se las lleve. Dos años pasaron desde que no la veía, desde que no me hablaba, desde que.... Decidió dejar de ser mi hermana. Dos años habían pasado desde la última vez que la vi, desde la íntima vez que la abrase. Y ahora estoy aquí, caminando hacia su hogar, su nuevo hogar, a llevarles sus flores favoritas para implorarle que me perdone. Para implorarle que regrese conmigo, con su hermana.
Desde cinco pasos antes de llegar, pude visualizar su nombre annaia weashley. Mis manos empezaron a temblar y sentí como mis pies me defraudaban haciéndome caer de rodillas en aquel césped húmedo. sentía como mi corazón latía a sincronía com mi cabeza, mi peor miedo se había cumplido y estaba en frente de mi. Sentí como mi respiración se volvía entrecortada y como gotas de agua salían de mis ojos.
no me importo que mi vestido negro se ensuciara, no me importaba nada en este momento. Sin pensarlo ni un segundo, empece a arrastrarme junto con las flores hasta aquel lugar que con tan sólo verlo me destrozaba el alma.
-mi Anni...mi hermanita- dije entre sollozos mientras me abrazaba con fuerza a su tumba, sintiendo como mi cuerpo temblaba en sincronía con mis sollozos.- Anni!!!- grite con todas mis fuerzas sintiéndome derrotada, miserable y la persona más egoísta del mundo. Me la habían arrebatado sin ni siquiera dejarme tiempo de despedirme de ella, de decirle cuanto la amaba, cuanto la extrañaba, sin dejarme tiempo de tan sólo mirarla.
Ella era mi todo, mi vida, la razón para querer seguir adelante, y ahora no esta, me dejo. Me dejo sin nada sin ni una pizca de su presencia. Llore, llore hasta sin saber cuanto tiempo, hasta sin mi sí quiere estar consiente de la noción del tiempo, mire nuevamente mis manos que seguían abrazadas a su tumba, con una de ellas cogí las flores y la puse a mi lado.
-te he traído tus flores favoritas Anni- dije sintiendo como otra lágrima caía como cascada desde mis ojos- te acuerdas que eran tus favoritas? Te he traído las mejores que he encontrado en la florería, son muy rojas, como a ti te gustan- dije mientras volvía y la abrazaba con todas mis fuerzas- perdóname Anni, perdóname por no estar aquí, contigo. Perdóname por no ser la hermana que tu merecías.- dije mientras secaba mis la bromas con mis manos.
La vida era injusta, miserable, y muy ambiciosa como para llevarse la vida de alguien sin pedir permiso.
Llevársela? NO! Para nada! A ella se la arrebataron unos miserables jovencitos hijos de papi y mami!
No fui capaz de saber la noción del tiempo, no sabía ni siquiera que día era en realidad. Abrí uno de mis ojos que ya hacían pesados por tantas lágrimas, y vi que ya era de noche, las estrellas se hicieron presente dejándome con solamente su claridad.
-la noche....- dije en un susurro- te acuerdas Anni? Era lo que más te gustaba de todo el día, la noche y las estrellas- dije con una pequeña sonrisa de lado, serré nuevamente mis ojos dejándome dejar llevar nuevamente por el sueño.
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Sentí como unas manos me alzaban y me levantaban del suelo con mucha fragilidad, me acurruque más en aquel pecho caliente y cómodo que me hacia entrar en calor de inmediato.Tal vez no sea un cuerpo de alguien, Tal vez sea que me quede dormida en el sofá de la casa y Anni me acurruco con mi manta favorita.
-Anni....gracias por la manta- dije aferrando me más a ella.
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Las marcas del dolor
Romance-odio, odio es lo que ciento por todo aquel que estuvo involucrado en la muerte de mi hermana, sed, sed de venganza, de vengar su muerte. Anna una chica de 18 años de edad dispuesta a vengar la muerte de su hermana, dispuesta ha hacer que todos los...