Me niego a enamorarme

Cap.7 Me aburro

En todo el vuelo me la pase pensando en lo mismo.

¿Y si a finales de cuentas yo soy la que se enamora?

No lo creo, después de Lyan quede conmigo misma de que no me volvería a enamorar ni por equivocación, eso iba a ser un grave error. No quiero que me vuelvan a romper el corazón. Fue horrible cuando descubrí que Lyan era igual que los demás y la diferencia era que él me trataba mejor, y que yo no le gustaba como intuía; entonces será mucho peor con alguien que ni siquiera por foto e visto, pero que tiene muy mala fama como mujeriego.

No, eso no va a pasar, me lo voy a impedir. Es simple, yo no me puedo enamorar. Me niego, me niego a enamorarme...

Al bajar, me llego un mensaje de mamá. Que me decía que no me quitase el disfraz porque en el aeropuerto habían paparazzi.

Y tampoco me lo había quitado, mejor prevenir que lamentar.

Mientras que iba saliendo; llegaron hasta mi cuatro hombres de negro, uno me tomó del brazo y me condujo hasta fuera, y los otros tomaron mis maletas. No me opuse porque sino armería un gran escándalo y llamaría la atención de todos y los medios estaban cerca y nadie que no sea de confianza no  puede saber que estoy aquí.

Afuera, el hombre que me sujetaba habló.

-¿Srta. Rydal Sanchez?

-Si y me esta comenzando a doler mi brazo- le dije para que me soltara, y cuando lo hizo me gire para ver donde estaban mis maletas -¿quién es usted?

-Vengo a recogerla para llevarla a su hotel.

-¡Cuidado con mis maletas!- les grité a los otros cuatro que llegaban como salvajes con mis pobres maletas y mirándolos mal -Dígame su nombre y quién lo mandó.

-Soy Robert, y solo la voy a dejar en el hotel con mis compañeros, cuando lleguemos le daré algunas indicaciones. La orden fue dada por el Señor Moreno.

No puedo creer que no venga él mismo a conocer en persona a su futura nuera, pero reconociendo que era muy arriesgado era mejor que ni aparezca.

Cuando llegamos, Robert fue a ver en qué habitación me iría a quedar mientras que yo estaba inspeccionando el lugar bajo la atenta mirada de los cuatro que se quedaron a vigilarme.

Me gustaba, no era rústico sino todo lo contrario. Aun era temprano y se podía ver la luz a través de las ventanas y cortinas dignas de la realeza. Todo era hermoso, y suponía que igual sería mi habitación.

Cuando llegamos a la habitación sólo entró Robert mientras que los demás esperaban afuera, mis maletas ya estaban dentro. Y como había predicho, mi habitación era igual de elegante.

-Señorita ahora le daré las indicaciones.

-Okay, ¿tiene que ver mucho con mi estadía o con mi comportamiento?- el hombre me miró con una cara que yo había entendido de que no me entendió -no importa prosiga.

-La próxima semana será la fiesta, que como sabrá consta de tres días, y todos esos días tendrá que asistir. También se le avisara a que hora un auto la vendrá a recoger y en todas sus salidas la acompañaré yo para que tenga una buena estadía en Madrid- se notaba que él no tenía ese acento español.

Al menos se que no estaré sola y que puedo ir a tiendas comerciales en vez de aburrirme aquí.

Pase los días aburrida, cuando fui al centro comercial me aburrí y mucho estos días han estado muy aburridos. Ya me di cuenta que sin mis amigas el mundo es más difícil. Para mi suerte sólo faltan dos días para que llegue Megan y mi aburrimiento se acabará.

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TENGO ALGUNOS PROBLEMAS CON WATTPAD, POR FAVOR ENTIENDA ME.

NO SE SI ESTE CAPÍTULO ESTÁ LARGO, O LES ABURRE...YO LO SIENTO ABURRIDO.