Hasta que te humilles

Introducción

-Que asco!!! Le falta azúcar a éste café!! ¿cuándo vas a entender que me gusta dulce?!! Hazlo de nuevo!!...-

Y ahí está de nuevo ese pequeño hombrecito gritando como si fuera un gigante, vaya que sus pulmones tienen suficiente aire... aún no logro entender porque es tan malhumorado, nada de lo que hago le parece bien... tal vez pensarían que si siempre me trata así debería haber renunciado hace mucho... pero... me es imposible...

Ese pequeño hombrecito me tiene realmente enganchado... aunque realmente aún no lo sé, y tampoco sé porqué es que me tiene enganchado...

Su nombre... Kim Ryeo Wook... edad... 25 años... sí... es exactamente tres años menor que yo, sin embargo él ahora es el director de una importante empresa de cosméticos, lo heredó de sus padres, sin embargo es muy bueno en lo que hace, no por nada estudió en el extranjero por muchos años...

Todos le temen... cuando necesitó un secretario personal nadie se atrevió a serlo, así que tuvo que contratar a alguien nuevo, y yo tuve la "fortuna" de venir a esa entrevista, aún no logro entender como es que fui contratado...

Ahora paso mis días esquivando tazas que vuelan, recogiendo papeles que tira al piso, plumas que tira enojado, limpiando cosméticos que deja caer "accidentalmente", en fin, creo que él disfruta su día a día haciéndome limpiar su desastre... y yo realmente no me quejo, simplemente hay algo en sus ojos que me recuerdan a alguien y me hacen sentir... ¿culpable?...

Muy en el fondo puedo ver la dulzura de su alma, solamente que se empeña en hacerme creer que no tiene alma... a veces he estado a punto de creerle, pero luego lo sorprendo contemplando el paisaje que se dibuja en su ventana... con sus ojos ilusionados y cargados de luz...

-Jong Woon!!! ¿No escuchaste lo que te dije?!!...-

-Ah! Si joven!! En seguida preparo otra taza!!...-

-Olvídalo!! Voy a salir...- se pone de pie... se acomoda la camisa... camina hacia la puerta, coje su saco y se lo pone...- me has puesto de mal humor... no sabes hacer nada bien!...-

-Siempre tiene la opción de buscar un nuevo secretario joven, no quiero entorpecer su trabajo...- jamás me he mostrado molesto ante sus exigencias, eso parece molestarlo más... pero es que se ve tan lindo cuando aprieta sus labios enojado...

Se me queda viendo fijamente... respira hondo y sale de la oficina... suspiro aliviado, tendré una tarde sin tanto ajetreo... solo terminaré los documentos que tengo pendientes y me iré a beber a algún bar... cojo mi celular, tengo que buscar una buena compañía...

Marco mientras termino de recoger la oficina...

-Hola... Seo Hyun? ¿cómo estás linda? ¿estas libre ésta noche?... perfecto! ¿Nos vemos en el bar de siempre?... bien!!... nos vemos linda...- guardo mi teléfono...

Debo admitirlo siempre he tenido suerte con las chicas, soy un hombre soltero, así que mi sueldo no tengo que destinarlo al sustento de una casa, lo uso para mantener mi vida de conquistas... no recuerdo cuando fue la última vez que tuve una novia formal... es más, creo que nunca la tuve, no desde la primaria...

Me siento un momento en mi escritorio... de pronto los recuerdos vienen a mi mente... esos días en que me enamoré por primera vez, pero terminó desapareciendo, y volví a saber nada de ese mi primer amor, me pregunto si alguna vez lo supo?...

Lo malo es que no logro recordar ni una sola vez en que me haya sonreído... si lloraba cuando estaba frente a mí... pero si recuerdo como lo seguía a donde fuera... aún y cuando otros niños se burlaban de mí por ese mi primer amor...

¿En dónde estará?... ¿Qué habrá sido de él?... ah! Si, se me olvidaba decirles que ese primer amor era un niño, bastante mono por cierto...