Un Amor Inesperado

Capítulo 7

En la vida no sabes que es lo que pasará mañana, lo que pasará en un año, nunca sabrás que es lo que te depara el destino. Quizás tengas un futuro planeado o puede que no, pero la vida, se encarga de que las cosas que desees pasen; te da sorpresas, tal vez lleguen más tarde de lo que esperamos, tal vez no es lo que esperábamos, tal vez no sea lo que queramos...luego te darás cuenta de que pasó por algo, pasó porque hay un motivo, una razón por la cual terminarás llegando a tu felicidad.

Los problemas que enfrentamos cada día es una herida que te recuerda, al momento de que cicatrice, que fue una experiencia, algo que te servira en un futuro para que no vuelvas a cometer el mismo error, para que aconsejes a un conocido que está pasando por el mismo caso y sepas con exactitud que decirle, ponerte en su lugar.

Mi vida se ha resumido en una historia monótona; ya que, siempre he estado sometida a una rutina, a las mismas cosas...Pero cuando él llegó todo aquello que fue construido con los años, se derrumbó, los miedos, los problemas, la monotonía, todo quedó atrás con su llegada. Aún recuerdo las veces en las que subía a la parte superior de mi casa para hablar por teléfono con él, recuerdo las veces en que en el salón, nos poníamos a reír por cosas insignificantes como el profesor de inglés y su forma de hablar como el pato Donald, las veces en las que inesperadamente me cogía de la mano y me miraba a los ojos en algunos casos, las veces en la que con Sophie se reían porque tenían mucho en común y yo sólo me quedaba escuchándolos...Quizás halla sido demasiado ingenua por dejar vía libre a Sophie, por dejar que ella se lleve algo que nunca llegó a ser mío.

Recuerdo que me sentí rara cuando supe que Jorge y Sophie eran novios, ella me lo negaba y él no me decía nada cuando se lo preguntaba. Recuerdo los mensajes de aquella segunda semana de vacaciones:

Jorge: Hola.

Yo: Hola

Jorge: ¿Qué haces?

Yo: Juego Monopolio con mi hermana, ¿tu?

Jorge: Aya, yo no hago nada.

Yo: Ocioso.

Jorge: El burro hablando de orejas.

Yo: ¡Hey! Te copiaste mi frase.

Jorge: No, esa frase es de Sophie.

Cuando me dijo eso, no supe como responderle, me sentí ¿traicionada?, eso era lo de menos, porque primero quería saber si él estaba con Sophie.

Yo: Claro, oye ¿te puedo preguntar algo?

Jorge: Dime

Yo: ¿Tienes novia?

Se demoró 5 minutos en responderme, 5 minutos en los que le di el beneficio de la duda. Y cuando me respondió, sentí que me estaba mintiendo.

Jorge: No, ¿Tú?

No medité nada al momento de responderle simplemente mi corazón tomo el mando de la situación y respondio:

Yo: Sí, tengo novio.

Jorge: ¿en serio?

Yo: Si.

Jorge: te felicito por tu relación :(

Yo: ¿Porqué esa cara?

Jorge:¿Que cara?

Yo: La que pusiste

Jorge: ah, por nada :(

Yo: ¿quieres que termine con mi novio"?

Recuerdo que me sentí estúpida en el momento en el que le mandé eso.

Jorge: No :)

Me reí de su infantil respuesta, ya había entendido esa respuesta al día siguiente, exactamente a las 12:30am, 20 minutos después de haber hablado con Jorge, 20 minutos de arrepentimiento de lo que le había respondido del supuesto "novio" que supuestamente tenía, ya arreglaría eso en una horas; el domingo, que curiosamente Sophie me llama diciendo que Jorge le había dicho que tenía novio...

Jorge, eres un mentiroso...