Pase mis manos por las curvas de mi cuerpo colocándome el vestido negro que me había puesto, no es que me apeteciera mucho ir a esa fiesta pero Drew me había pedido que le acompañara. Cuando mi teléfono sonó una sola vez supe que era Drew, cogí mis tacones rojos y me los coloqué para luego coger mi bolso y bajar las escaleras de mi casa, mis padres no estaban ya que se habían ido a otra fiesta, por lo que no debía despedirme de nadie. Al salir Drew estaba con su coche, me subí y rápidamente nos fuimos a aquella fiesta.
-Llegamos tarde- susurró mi amigo conduciendo.
-Es tu culpa Chadwick, yo llevaba una hora lista- le dije poniendo tono de enfadada y él se rió.
-Ya sé que no te apetece ir, estaremos sólo un rato, lo prometo-me dijo sonriendo y finalmente llegamos al sitio.
Nos bajamos de su coche y él rápidamente cogió mi mano para ayudarme a caminar entrando a aquel sitio, estos gestos entre nosotros eran normales aunque la gente solía confundirlos. Arrugué mi nariz cuando aquel olor a tabaco y alcohol inundó mis fosas nasales y tuve que toser levemente para intentar acostumbrarme a ese aire. Drew rápidamente soltó mi mano dejándome sola en aquella fiesta y suspiré. Genial, venir a una fiesta con tu amigo y que él te deje completamente sola. Me crucé de brazos y me giré pero en ese momento su cuerpo musculoso y su sonrisa de niño pequeño aparecieron delante de mi. Al principio me asusté y el soltó una pequeña risa, luego yo también me reí.
-No sabia que ibas a venir- me dijo sonriendo. Parecía algo... contento de más- si lo hubiera sabido me hubiera puesto más guapo-me dijo el mirando su ropa y luego a mi.
-Estas muy guapo Wesley- dije de manera divertida pues me causaba gracia su estado.
-Claro que no, tu y yo no combinamos, los novios deben ir combinados, ¿no?-preguntó y yo abrí mis ojos para luego reír. El llevaba puesto unos pantalones negros y una de esas camisas de tiras de color gris con un muñeco verde fosforito en el medio.
-¿Quién ha dicho que seamos novios?-pregunté levantando una ceja y entrecerrando levemente mis ojos.
-Yo, ahora, ¿quieres ser mi novia?-me preguntó el sonriendo y yo negué con mi cabeza.
-No me gusta que me pidan que sea novia de alguien cuando ese alguien esta borracho, mejor espera a mañana ¿si?-le pregunté y el hizo una mueca.
Mi corazón se había acelerado cuando el había dicho eso, aunque fuera por que estuviera borracho había sonado increíblemente bien. No era un secreto que Wesley me gustaba y al parecer yo a el también pero sus señales eran confusas, no las entendía, y él tampoco las aclaraba. Sus reacciones conmigo eran... extrañas. A veces era normal, se portaba como un amigo y si yo decía algo que a él no le gustaba se volvía brusco. Simplemente no lo entendía. Sentí su mirada fija en la mía y yo reí al ver su cara, parecía un niño pequeño confundido.
-¿Me acompañas afuera?-me preguntó-necesito aire- dijo haciendo una mueca y yo mire a mi alrededor para después asentir.
-Claro, vamos-dije sonriendo.
El cogió mi mano y me guió por aquella casa. Por lo que Drew me había explicado esa casa era de Jason, el siempre hacia las mejores fiestas y todo el mundo venía, habíamos llegado hora y media tarde pero al parecer eso fue suficiente para que Wes se bebiera todo lo que había en la fiesta. Cuando salimos al jardín él sonrió cerrando sus ojos y echando su cabeza hacia atrás, se veía increíblemente guapo de esa manera. Su pelo se había movido levemente hacia atrás, tenía sus ojos cerrados, los músculos de la cara completamente relajados, una pequeña sonrisa dibujada en los labios y su cuello estirado; daba ganas de darle un beso en el cuello pero no lo hice. Un suspiro salió de mis labios y entonces el abrió sus ojos y me miró como si estuviera preocupado.
