Capítulo 1.

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Hoy es un día muy importante para mí, cumplo diecisiete años de edad y va a ser mi primer día de universidad.

Sí, hoy empieza mi venganza. Dentro de poco tengo que levantarme a arreglarme para emprender un largo viaje.

Siete años en los que mis padres no están conmigo, siete años en los que las personas, a cada rato preguntan si me siento bien. Hoy, creo que me siento mejor que nunca, llena de vida, de esperanza, y es que, en este mundo ó eres fuerte ó buena suerte.

Sin duda tengo ganas de seguir adelante junto a las personas que me quieren. El problema aquí es que eso de "estar bien" no es muy fácil de llevar, cuando tienes mil recuerdos que cada vez te rompen más y más, simplemente creo que tengo que estarlo, es lo que las personas esperan. Lo que más me entristece es que voy a estar lejos de casa por un buen tiempo. Por lo que he decidido llevar lo de mayor importancia para mí y no tener que cargar con tanto.

Me imagino cómo sería mi vida con mis padres aún presentes, aunque lo descarto enseguida, no quiero ponerme sentimental en este día. Aunque no miento, los extraño y mucho.

Me siento nerviosa y supremamente emocionada, es mi primera vez en un avión y tengo miedo porque no sé con qué ó mejor dicho con quién me voy a enfrentar en el camino

¿Sam, estás despierta?-Escucho a mi abuela en cuanto toca y abre la puerta de mi habitación. -Cariño, ¡Feliz cumpleaños!

-¡Muchas gracias!-Digo tomando el regalo que trae en las manos, lo pongo en mi regazo y me froto las sienes, me abraza y sale de la habitación.

Son las cuatro de la mañana. Me levanto y arreglo mi cama. Voy directo al baño, el agua caliente me ayuda un poco con los nervios, cepillo mis dientes, tomo el Shampoo y lo vierto en mi cabello mojado, masajeo, enjuago y hago el mismo procedimiento con el acondicionador. Me tomo un tiempo para depilarme las piernas, axilas y cejas. Me pongo el vestido que me ha regalado esta mañana mi abuela con mis tacones favoritos. Estoy lista, apenas a transcurrido una hora y lo he sentido como una eternidad.

Cuando me dirijo hacia la puerta los nervios vuelven, es algo que no se puede controlar, sientes que el mundo se te viene encima, literalmente

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Cuando me dirijo hacia la puerta los nervios vuelven, es algo que no se puede controlar, sientes que el mundo se te viene encima, literalmente. Estoy metiendo las dos maletas al auto del novio de mi mejor amiga.

Ya que Kimberly no pudo estar para despedirse de mí, me mandó un regalo y una carta que sólo podría abrir cuando me sintiera triste.

Su novio y ella son muy unidos a mí, de vez en cuando salíamos juntos. Siempre tenía tiempo para mi abuela, ayudar en la casa y estudiar. Ocupaba uno de los primeros puestos gracias al esfuerzo y dedicación.

Tenía una vida normal como la de cualquier adolescente, iba a fiestas, cines y estuve en muchos grupos de literatura.

Llega el momento de partir y la tristeza invade mi cuerpo por completo. Me despido, le pedí a mi abuela que orara mucho por mí para que me fuera bien en mi viaje y en la universidad.

Sólo espero que todo marche bien, que las cosas resulten como lo he estado planeando estos últimos años.

Aquí comienza una nueva historia, una nueva lucha y estoy dispuesta a ganarla, cueste lo que cueste.


















En multimedia Samantha.💕

Eres Solo Mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora