Soy Nekishy Hoshikawa, nunca he sido muy reconocida en Konoha, soy amigable cuando la situación lo a merita, no soy nadie para muchos, pocos apenas me notan, pero por ser diferente llamé la atención de Uchiha Sasuke.
¡Si quieren conocer esta histo...
Luego de un tiempo ir caminando, no tengo apuro a llegar a Konoha. Mientras voy caminando siento que algo extraño me sigue. No es un chakra maligno ni nada parecido es algo mínimo/pequeño.
–Sal donde pueda verte –digo sin darme la vuelta.
Sale una mota gigante y se coloca frente a mi.
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–Disculpe por haberla molestado señorita Hoshikawa –dice la ¿babosa?
Que extraño, ¿cómo sabe mi apellido?
–¿Quién eres? ¿Y como sabes de mi? –le pregunto.
Ella mueve sus antenas.
–Me llamo Katsuyu, y te conozco porque escuché hablar de ti –dice
La miro con sorpresa.
–Pocos saben de mi, y a pocos le importa, ¿porque te importaría mi existencia a ti Katsuyu? –digo con tono frío.
Ella ríe, para luego acercarse.
–Eres mas importante de lo que tu piensas, hay muchos que te buscan, y pocos te encuentran –dice Katsuyu
La miro mas confundida, pero no lo demuestro.
–Bien, si eso es todo, me voy –digo para rodearla y seguir mi camino.
–No es todo, sino que he venido a pedir su ayuda señorita –dice pero esta vez, la encuentro en un tamaño mas chico en mi hombro.
Quizás si atraso solo un día de mi viaje igual llegue a mi destino.
–Bien, ¿en que puedo ayudarla? –digo mirándola.
Ella contenta me mira.
–Me perdí en este bosque, estaba con mi ama Lady Tsunade pero ahora ya no la siento cerca, ¿me ayudaría a encontrarla? –explica.
Lady Tsunade...de donde me parece conocido ese nombre...ಥ ಥ
–Acaso esa persona es la Legendaria Perdedora, digo, sin ofender –
Ella me mira con una gotita anime y asiente.
–Si señorita –
–Bien, antes de que oscurezca la encontraremos, luego debo seguir con mi viaje –digo
–¿Cómo la encontraremos? – pregunta Katsuyu.
–No te preocupes eso dejámelo a mi –digo restando importancia.
Empiezo a hacer los sellos correspondientes a una invocación.
–¡Invocación! –pronuncio mordiendo mi pulgar y tocando él suelo.
Para luego retroceder un poco y dejar ver a un sabueso ninja.
