sober | marauders

xii. i'm...

Guarda el último libro. Ese día decidió ayudarle a la señora Prince en acomodar varios libros. Y como buena hufflepuff, está ahí presente.

Baja de aquella escalera, se pasa las manos por su túnica y sacude sus manos como si hubiera trabajado con polvo aunque literalmente había mucha tierra en las repisas de arriba.

Se gira pero se encuentra con los ojos azules de alguien dándole un susto de muerte.

— Regulus — exclama la chica aún asustada — ¿Me quieres matar? — le pregunta retóricamente.

El Black menor solo le da una pequeña sonrisa.

— No, todavía no — responde encogiéndose de hombros.

Hera niega con una sonrisa, luego sigue caminando para comentarle a la señora Prince que ha terminado.

Por detrás, Regulus la sigue.

La joven Ragnor se despide de la bibliotecaria y sale del lugar, aún siendo perseguida por el slytherin.

— ¿Sucede algo? — pregunta ella después de rato al seguir sintiéndolo atrás.

— Necesito decirte algo — exclama con nerviosismo el pelinegro.

Ella alza una ceja y se cruza de brazos, expectante a lo que vaya a decir el chico.

Pero él no encuentra las palabras adecuadas para revelarle tal secreto con tanta magnitud.

Que no le dolería a la chica, y que no vaya a destruir su amistad de años. Puede que la chica sea mayor que el por nueve meses y veintiséis días y esto la ubicada un año antes que él, pero le tiene un cariño de hermanos que ha desarrollado desde aquella vez enfrente del lago negro.

— Yo soy... Yo seré... — calla antes de seguir y observa a la pelirroja, esperando la respuesta — Yo soy tu prometido. —

Eso fue como un balde de agua fría cayéndole encima.

No sé lo esperaba, no antes de que fueran las vacaciones de navidad.

No antes de querer decirle por fin sus sentimientos a Sirius.

No ahora.