¡Wow! Es un final hermoso para esta rutina que de Yuri Nikirofov; después de un retiro de las competencias hace un año, su regreso ha sido impresionante, al lado del famoso ex patinador Víctor Nikirofov, quien es su entrenador y esposo, y padres de los hijos de ambos –Decía el locutor diciendo las referencias mas importantes de Yuri, como patinador y persona; después de su programa libre de patinaje en el Gran Prix Final.
Ansioso Yuri, esperaba la puntuación, este seria uno de los momentos mas importantes de su vida; aunque había sido duro y cansado lo había logrado a solo meses del nacimiento de los mellizos, volvió a ponerse en forma y participar en los eventos para el Prix del siguiente año, después que llegaran los pequeños.
Y el ganador es....
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Te arrepientes – dijo Yuri, mientras veía los cansados ojos de Víctor, mientras lo veía arrullar a uno de sus hijos; más allá de la media noche.
¿Cómo podría arrepentirme? – dijo el albino, poniendo a la pequeña criatura en la cuna, junto con su hermanito – Me has dado el regalo mas lindo del mundo – sonriendo se volteo en dirección a Yuri – No voy a negar que es cansado, mas cuando deciden llorar al mismo tiempo, pero si es cansado para mi, no puedo imaginar lo que es para ti, con el entrenamiento, eres mi pupilo, mi esposo y la madre de ellos, eres fantástico – con amor puro amor en su vista, mientras besaba la frente del japonés, bajando por los cachetes, después por el cuello.
¡Ah Víctor! –
Vamos – dijo el albino, mientras ágilmente cargaba a Yuri, a la habitación de ambos.
Estamos por comenzar la temporada – decía Yuri mientras era puesto en la cama, mientras las grandes manos del mayor acariciaban su blanca piel.
Eso es acaso algún problema para el ganador del Grand Prix mundial pasado – dijo sonriente el mayor, mientras comenzaba a bajar los delicados pantalones de seda que cubrían el delicioso pene de su esposo.
Si, pero, ah, los niños apenas van a cumplir dos años – sintió labios mordiendo sus tetillas – podría ser muy pronto, Mmmm Víctor, mas – mientras sentía como los suaves dedos de Víctor rosaban su entrada.
Eh... No eras tú que muy pronto y que los bebes – siendo interrumpido por un beso inesperado del japonés, el beso era como los que siempre compartían juntos llenos de lujuria, pero de un amor. Separándose solo por la falta de aire - sabes que seria la persona más feliz, teniendo todos los hijos que quieras
Entonces intentemos hacernos unos cuantos mas esta noche...
18 años después
¡Oh! Por favor Yurio, debes entrenar a Jo- chan; eres al único al que le hace caso – dijo Víctor agarrado del cuello del rubio
Suéltame maldito acosador – dijo el menor, ¿porque? Llevaba un jodido mes con lo mismo, el jodido niño consentido (tiene 20; no tiene nada de niño) quería entrar a competencias profesionales.
Por favor, Yuri, Jo – chan solo te quiere a ti como su entrenador; al final recuerda que fue contigo que aprendió a patinar, el siempre había tenido miedo de hacerlo hasta que le enseñaste.
Esa es una razón muy estúpida, para enseñarle a ese enano patinaje – molesto
¡Oye! No hables asi de mi hermanito neko-chan – dijo una albina de estatura media, delgada y con la elegancia de una Ballerina; pero con una sonrisa cínica en su cara (Se notaba que era hija de Víctor)
Eh. Niña malcriada no hables asi con tus superiores – dijo el rubio – Y el enano, espero que no sea tan maleducado como tu.
En verdad a mi tampoco me gusta que hablen asi de mi, y mas cuando no me encuentro presente para defenderme – dijo un pelinegro de ojos claros, su cabello lo llevaba en una coleta y había heredado la deficiencia de visión de Yuri.
Dejando sin habla al rubio pues de enano y de niño no quedaba nada...
