Creo que fuera sido mucho mejor hacerle caso a aquellas odiosas voces que venían de todas las direcciones, "no te acerques a el" "él es malo". Tenían razón.
Al parecer el sujeto se molestó mucho cuando pregunte por ti, me agarró fuerte de la muñeca haciéndome daño, me arrastró hacia una pequeña oficina. Tenía miedo y tú no estabas ahí diciéndome que todo iba a estar bien pasara lo que pasara, ya no lo ibas a estar más.
Uno, dos... dos agujas en mi brazo derecho haciendo que un líquido entrase directamente en la vena y poco a poco me iba quedando dormida, me dormí.
Cuando desperté estaba en mi habitación, te busqué por millonésima vez, pero como siempre nunca te encontré. Talvez tenga que aceptar el hecho que te has ido para siempre y nunca más te volveré a ver. Pero una joven de mi edad estaba sentada en mi silla del escritorio, me estaba observando detenidamente, nos quedamos mirando un gran rato.
Su nombre es Lily.
