LA REUNIÓN

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Alejandro había recibido una bala en el abdomen, no, la verdad no podía imaginarme el agudo dolor que sentía el, toda esa lluvia de balas había parado, esta vez Daniel y yo nos asomamos y a lo lejos vimos que una figura se iba acercando hacia nosotros, al poco tiempo nos percatamos de que era Beth quien tenía demasiadas heridas, caminaba con dificultad porque le habían disparado en la pierna derecha. Miramos a los lados para ver si no había de esos hombres, al ver que no había nadie más corrí para ayudarla, mientras que Daniel trataba de parar la hemorragia de sangre que tenía Alejandro

- ¿ por qué mierda nos están persiguiendo?- dije muy asustada y ayudando a Beth - ¿que es lo que quieren de nosotros? - las lágrimas empezaban a brotar de mis ojos

- l-la verdad no lo sé, p- pero al menos ustedes salieron ilesos no? - se quejaba por el dolor que provocaban sus heridas

- Alejandro está herido, le dispararon en el abdomen- nos acercamos con mis hermanos- dónde está Carlos?

- esos hombres se lo llevaron- intentaba no llorar

- tenemos que ir por el - dijo Daniel

- n-no, mi deber es protegerlos - dijo Beth aún quejándose

- pues entonces hay que irnos de aquí, tendremos que ser cuidadosos por si están cerca - dijo Daniel

- ok -esos hombres habían hecho que nos alejáramos de la ciudad lo suficiente como para nadie se diera cuenta de la loca persecución de hace unos instantes- ven Daniel ayudame con Alejandro - entre los dos sosteniamos a mi hermano, pero noté que Beth también necesitaba ayuda, ella iba volteando a todas partes para asegurarse de que no hubieran mas de esos sujetos, nunca bajaba su arma, caminaba a no más de dos metros de nosotros- Daniel podrás sólo con tu hermano? Beth ya no puede con su alma

- anda ve a ayudarla- Alejandro se apoyó más mientras que yo iba con Beth

Puse el brazo de Beth en mi hombro para que no cayera o algo así por el estilo, ella se tambaleaba por momentos. Luego de un rato decidimos parar en lo que sería un auto abandonado por completo ¿por qué? Ese auto estaba sin ruedas, puertas y cofre.
Sentamos a Beth y Alejandro ahí para que se dieran un respiro, todavía faltaba un poco para llegar a la ciudad y encontrar un hospital para ellos dos

- iré a checar que no hay nadie ok?- dije mientras me iba alejaba un poco

- yo voy contigo- Daniel me estaba siguiendo

- no, quedate con ellos

- ok- dijo resignado

Mientras caminaba recordaba el día que mis padres me dieron esa pistola, al parecer ellos sabían que íbamos a correr peligro ¿pero por qué?

- Gabrie...- Daniel no terminó de decir mi nombre cuando vi que esos hombres nos habían alcanzado, uno de ellos lo agarró, le tapó la boca con un pedazo de tela que hizo que cayera dormido
Los otros hombres hicieron lo mismo que con Alejandro y Beth

- MAL NACID...- no terminé de decirlo cuando sentí que también me pusieron un pedazo de tela que al parecer tenía cloroformo, antes de cerrar mis ojos por completo observé que metían a los demás a una camioneta negra y eso fue lo último que vi antes de quedar inconsciente.

Mis papás, mis hermanos y yo estábamos en un campo lleno de flores conviviendo y riendo sin parar, la felicidad invadía todo mi ser, quería estar así toda la vida...

Desperté con un agudo dolor en mi cuerpo, mis ojos todavía los tenía entrecerrados pero un grito familiar me despertó completamente

- mis tres pequeños sólo ustedes faltaban para que estuviéramos todos reunidos como una familia - no podía creerlo esa era la voz de mi tía Beatrice, quien se empezaba a burlar - sean todos bienvenidos en mi linda casa - hizo aparición junto con esos hombres los cuales se reían.
Mis manos y pies fueron atados a una silla, todos mis hermanos estaban igual, todos menos Daniel, a el lo dejaron en el suelo desangrándose
¿pero que es lo que ella quiere?
No hemos hecho nada
Esto no está pasando
Una lágrima rodó en mi mejilla

PELIGRO FAMILIAR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora