La Cruel Verdad.

Se miran.

Desde donde veo todo pero nadie me ve, puedo deleitarme con la lluvia que cae en cantidad, salpicando me de agua hasta casi llegar a las rodillas.

Las personas están escondidas en las tiendas como hormigas. Lo habitual.

Pero algo logra llamar mi atención, una chica y un chico, solo están ahí, caminando hasta la parada del autobús. Se quedan de pie y miran al horizonte en busca del autobús, totalmente empapados con el cabello pagado a sus fretes y sus mejillas. No pasa ningún autobús.

Ella comienza a reir, no puedo ver muy bien lo que trae puesto porque tiene una gran sudadera que cubre todo excepto sus jeans oscuros, sudadera, que seguramente era del chico. Y sin previo aviso lo veo, casi lo puedo sentir.

No sé cómo lo hacen, pero sólo se miran.

Sólo es como se miran.

Es tan envidiable, es como si estuvieran observando el mismo universo en sus ojos.

Sólo se miran.

Con tal intensidad, que te sientes mal al verlos porque se vuelve un momento tan íntimo y tan profundo y ellos sólo se miran.

Se miran y no parecen notarlo, parecen ajenos a ese amor que irradian.

Suspiro y bajo la cabeza, no soy la más indicada para decir que es el amor, quizá nadie lo sea, pero si eso no es amor, entonces no me interesa.

Dedicado a laurasuarezp, no soy quien para decir esto, especialmente porque yo no lo hago, pero cuando el amor llegue déjalo entrar, se valiente erea Griffindor.

Pd: Este poema fue inspirado el día que me dejaste aguantando hambre, pensé que estabas en una tienda y salí a buscarte, pero te vi caminando bajo la lluvia con él. (/.\)