Hanami +Narusasu+

Capitulo 2: Ojalá fuera para mi

Al salir de la escuela se dirigió a su casa, todavía afectado por lo que le dijo el ojiazul. Sus peleas eran bastante frecuentes y si, se decían cosas hirientes, pero jamás les afectaba, ahora sin embargo,las palabras que salieron de su boca lograron romper su barrera, le destrozaron.
Llego a su casa cansado, saludo a su familia y con la escusa de tener un fuerte dolor de cabeza, fue a su cuarto, donde se permitió llorar. "Un poco, solo un poco" se dijo mientras se abrazaba a si mismo, cuando se sintió más tranquilo, se levanto y se dirigió a la ducha. Se bañó con ahinco, cuando se sintió medianamente satisfecho, salió, se miro al espejo, suspiró y se vistió con lo primero que encontró para después tirarse a la cama.
Su cara estaba en la almohada mirando aburrido la puerta, concentrándose en ella para no recordar. Sin más Sasuke quedo dormido
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Mientras tanto, Naruto, saliendo de su estupefacción, se levantó y acabó de recoger sus libros y cuadernos,sin poner atención realmente, tomó su mochila y se la puso descuidadamente. Caminó hacia la parada para tomar el bus, pagó su pasaje y una vez arriba, meditó un poco acerca de su pelea con Sasuke, no encontraba explicación, siempre peleaban así. El tipo le caía mal, no sabia porque, pero así era, su presencia su aura o como se llame, eran pesados y lo descontrolaban. Pero ahora se vio tan vulnerable, su mirada llena de dolor, no le gustó; se sorprendió a si mismo con ese pensamiento, para después mover su casa cabeza de un lado a otro, para apartar esas ideas, miró hacia la ventana, volteó al cielo y se despejó por un momento, bajó del bus y llego a su hogar saludando.

-llegue a casa- gritó al entrar.

- hola hijo, ¿Comó te fue?- preguntó su madre bajando las escaleras.
-mmm...bien mamá, gracias - sonrió o al menos intento hacerlo - ¿Y? ¿A dónde van? - cambió de tema viendo a su madre con un vestido largo.

Kushina no reaccionó de inmediato, pensando en la respuesta de su hijo sobre su día.

-¿eh?...ah, sobre eso, tu padre y yo pensábamos en salir a cenar los tres a un restaurante -dijo acercándose a su hijo -vamos, ve a cambiarte tebanne -sonrió alegre la mujer, pensando en subirle el animo a su hijo con la salida.

-Mamá no lo tomes a mal pero no me siento bien, ¿Podrían ir sin mi esta vez?- cuestionó, intentando persuadirla -me duele la cabeza y estoy cansado- acabó de hablar mientras se dirigía a
su habitación, rogando porque su madre se creyera su pobre escusa.

- esta bien cariño descansa- dijo comprensiva, al parecer su hijo no tuvo un buen día.

Al llegar a su cuarto se tiró a la cama, todavía un poco ido, no entendía por que le afectaba. Cada vez que cerraba sus ojos veia la cara de dolor de Sasuke.
Ya no quería pensar más, puso música y se colocó los audífonos, para intentar dormir un poco.

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Era de mañana y no se podía sentir peor, caminaba sin ganas para llegar a las escuela. Ayer fue el peor día de su vida...o al menos entraba en el top 3.
Después de su "discusión" con Naruto , se la paso repitiéndose que era fuerte, que no se dejaría vencer; construyendo de a poco la indiferencia que él Uzumaki había destruido, formando una nueva barrera más densa y pesada de lo que era antes.

Llegó intentando no llamar la atención, caminando por los pasillos menos transitados de la escuela. Era temprano, así le gustaba, todo tranquilo y sereno. Casi llegaba al aula cuando sintió como lo jalaban del hombro, no tuvo que adivinar de quien se trataba, ya lo sabía, cerró los ojos y lo sintió, el primer golpe, después, le siguieron muchos más.

"¿Por qué?" se preguntaba, había llegado temprano, evitando todo, sin toparse con ellos, estaba calmado, no debería de pasarle esto...el solo quería paz.

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Entró a la escuela a la hora de siempre, ni tan tarde ni tan temprano, se dirigió a su salón por él camino más rápido, llegó y se sentó donde siempre saludando a sus amigos y charlando un poco con ellos, hasta que sonó la campana. Observó de reojo el lugar de Sasuke, que para su inquietud, estaba vacío. Poco después entró el maestro, y detrás de el estaba el azabache con la cabeza baja. No era difícil saber que le había pasado, bastó con ver su labio partido. Le dieron una paliza...otra vez.
Quitó su mirada de el, sintiéndolo más ajeno de lo normal, y se dispuso a sacar sus cosas.

El día pasaba con normalidad, exceptuando que ni el Uchiha ni el Uzumaki habían peleado hoy. Ya era hora del almuerzo, todos estaban saliendo, excepto sasuke. El rubio le dirigió una mirada antes de salir del salón junto con sus amigos.

Sasuke observo por la ventana del salón, viendo el patio y los estudiantes que estaban en este, su vista capto al ojiazul, lo observó, ese cabello rubio, chillante a su parecer, esa piel ligeramente Bronceada y esas marcas peculiares en las mejillas, pero lo que de verdad llamó su atención fue esa sonrisa, tan grande y radiante, parecía que iluminaba a todos, ese pensamiento lejos de sorprenderlo, lo entristeció, y es que, la empatía de Naruto jamás seria suya.

Daría lo que fuera para que alguien le sonriera así.

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Ya era de salida, no quería acercarse al Uchiha después de verle tan vulnerable, sin embargo sintió cierta lástima por  su situación. El rubio seguía pensando mientras caminaba, decidió entrar al baño para hacer sus necesidades.
Y ahí lo vio, sentado en el suelo del baño, vendando su brazo con los ojos fijos en la herida, que al parecer era bastante grave, el ojinegro subió su cabeza para verlo, pudo apreciar el daño que le habían hecho, un ojo amoratado, su nariz levemente hinchada, uno de sus pómulos resaltados y con tono rojizo, el simplemente no soportó esa imagen, se dio la vuelta y se fue, ignorando el pinchazo en su pecho al hacerlo.

"Esa sonrisa jamás brillara para mi" se dijo Sasuke,con una sonrisa triste y algo rota.