Buenas noches ya, mis queridos pandicornios...
Básicamente este capítulo era para daros las gracias, sí, sí, a vosotros, mis queridos mestizos de osito gominola y unicornio... ¡Ya somos medio centenar! Aunque ni nos veamos las caras, todo sea en nombre de la fiesta, ¡levantemos los brazos y hagamos como si cayese confeti del techo mientras cantamos nuestra canción favorita!
O a lo mejor os lo imagináis más así:
Da igual, todo vale en el país donde el sol tiene la cara de un hermoso y rollizo bebé, donde por el mar corren las liebres y por el monte las sardinas.
Tralará.
Y, como dice en el título, no sabía muy bien qué hacer aquí, en mi perfil, para celebrarlo. En verdad, ¿cómo hacerlo? Si os pudiese conocer y reunir a todos, iríamos volando en cerdos hasta Pandilandia, os construiría un altar a cada uno y montaríamos una fiesta noventa y nueve días seguidos, porque al centésimo día los vecinos de las casitas de las nubes se quejarían. Un buen plan, ¿no?
Pero, como obviamente tardaríamos más en organizarlo que en hacerlo, mejor lo dejamos para otro día y mientras tanto, si queréis, podéis conocerme un poquito más, sí, a esta chica anónima que escribe en historias en Wattpad... ¿Por qué no os reunís junto al fuego y la abuelita os cuenta una bonita historia? Sí, ataos fuerte el cinturón, que esta abuela os va a contar una de sus batallitas... ¿Qué tal una de amor? Conozcamos la historia de amor de esta chica con... Wattpad.
Sí, una historia trepidante, lo sé, no os emocionéis tanto, que todavía no ha empezado... Porque, en efecto, esta es una historia de amor, con sus altos y sus bajos, y os prometo que intentaré que así me conozcáis mejor, ya que desde que lo descubrí ha sido una importante parte de mi vida... Prometo que no será muy largo. Y servirá también para que también os riáis un poco, que al mundo le falta humor.
Todo empezó cuando era pequeña... Antes de conocer Wattpad, por supuesto. Mi alocada mente, desde que había sentido pasión por la lectura (primero con los cuentos tradicionales, después con Geronimo Stilton... -¿quién no ha leído a ese ratón y adoró sus aventuras?-, después con Fairy Oak...), me imaginaba tramas enteras de sagas, y de películas, y de todo lo que se me ocurriese... Claramente, estaba ansiosa e ilusionada por hacérselo saber a alguien, así que, como era muy tímida, tan solo se lo contaba a veces a mi familia, cuando ya no aguantaba más, y básicamente me sentía como una profesora loca intentando explicar su aún más loca teoría mientras mis padres se intentaban explicar de dónde había salido yo y dónde estaba su tan tranquila hija.
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Reto: Cincuenta Cosas Sobre Mí (aunque a nadie le interese) y Algunas Cosas Más
De TodoEstos son mis pensamientos, curiosidades y opiniones, para quien ya me conozca y para quien no. No sé qué más añadir. Si comparto gustos con alguien, me alegraré, y sino, pues también. Como pone en el título, lo mismo aprovecho esta historia para ha...