Los Siete Pecados Capitales (1)

Envidia

[AU: Era Feudal]

Miroku miro con odio a la "feliz" pareja. ¿Cómo podía Sango ser tan ciega? Él ya la amaba lo suficiente para que no tuviera que buscar a otro futuro esposo.

Estos celos no eran corrientes en el monje que siempre había luchado por el amor libre y sin tapujos...

Pero, ver cómo compartía esas hermosas sonrisas con el tal Kuranosuke lo hacía envidiarle.

Ella nunca había sido tan simpática con él.

Nunca se había reído tanto.

Tampoco había pasado tanto tiempo sin pegarle con su bumerán gigante

Entonces... ¿no lo quería? ¿Nunca lo había hecho?

¡Dios! Su mente estaba echo un lí, lo único claro era que ese sentimiento extraño, fuerte y abrasador que crecía en su pecho junto a los celos...era la envidia.

Esa envidia que le daba mal sabor de boca...

Se levantó del pequeño banco y se acercó a la feliz pareja, tomando por sorpresa a ambos, agarró la mano de su compañera, la exterminadora y la encarceló en sus brazos mirando al joven ricachón.

No iba a sentir más envidia, nunca. 

Se llevó de allí a la extrañada muchacha dejando al otro joven mas sorprendido aún.

- Miroku... -susurró Sango sonrojada al ver al monje tan cerca de ella, mirándola con esa cara tan...tan... desconocida para ella

- ríe conmigo, sonríe conmigo y... cásate conmigo, Sango