Era verano, y la cigarra, que era un poco perezosa, se pasaba los días cantando a la sombra de los árboles. Muy contraria a ella, la hormiga, quien era muy trabajadora y, se pasaba el día recolectando comida para el invierno. La cigarra, al ver a la hormiga trabajar sin descanso, le preguntó por que se pasaba todo el día trabajando, si todavía quedaba mucho para el invierno. La hormiga solo le contestó que el invierno sería duro, y si ella no se preparaba para este, lo pasaría realmente mal. Sin embargo, la cigarra no hizo caso de sus palabras.
Cuando llegó el invierno, la cigarra se vió sola, con frío y con hambre. Pensaba que iba a morir, y fue entonces cuando se dio cuenta que la hormiga tenía razón. No sabía que hacer, así que se tragó su orgullo y fue a pedirle a la hormiga que le dejara pasar el invierno con ella. La hormiga pudo haberse negado, pero tenía buen corazón y compartió su comida con la cigarra.
-Samaniego.Moraleja: No dejes de hacer las cosas que te beneficiarán a largo plazo, de lo contrario, te puede pasar lo mismo que a la cigarra, con la diferencia de que te arriesgas a que nadie te ayude luego.
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Unas fábulas muy humanas
Short StoryRecopilatorio de fábulas . Algunas creadas por mi, otras clásicas. (Todos los derechos reservados). *Créditos ilustraciones: varios artistas.