Capítulo Dos.
"León"
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Cuando el sol se fue, escondiéndose entre las montañas y la oscuridad tomó posesión del cielo junto a la hermosa Luna. Los ojos de Scarleth se abrieron. El ojo de tono amarillo parecía brillar, como todas las noches desde que aquello sucedió, sólo que con más intensidad.
Se levantó, para luego ponerse una vestimenta mas cómoda para ir al bosque. Sacó la libreta de la mochila y metió un cambio de ropa, su cabello blanco estaba suelto, tocando apenas sus hombros.
El pantalón de chándal gris le parecía adecuado, junto a una blusa de tirantes y la chamarra del chándal. Usaba unas zapatillas deportivas. Salió de la habitación, caminando lentamente por el pasillo, mirando las fotos en las paredes y las puertas cerradas que jamás abriría.
Su familia... Había muerto aquella noche cuando cumplió los 11 años, siendo todavía una chiquilla, no pudo hacer nada en contra de los asaltantes, quienes violaron a su madre y hermana, mientras su hermano y su padre eran torturados. Su escencia se mantenía escondida, habría luchado con todo sino hubiese sido porque su padre la había encerrado en aquel armario.
La puerta del armario fue golpeada, provocando que se partiera un poco la madera y ella pudiera ver lo que ocurría, sintiendo el miedo recorrer su sangre.
Ahí fue cuando lo vió. Fue cuando su ojo cambió a un tono amarillo que se entrelazaba con uno rojo, como si de fuego se tratase. Sintió un dolor en aquel ojo, sintió las lágrimas recorrer sus mejillas, pero nunca dejó de mirar lo que tan cruelmente le hacían a su madre, jamás pudo olvidar los gritos que su pequeña hermana de 7 años soltaba, tan desgarradores.
-"¡Mamá, sálvame, mamá!"-sin saber que en realidad su madre acababa de morir en manos de aquel maldito, de aquel bastardo que momentos antes la había violado, con una sonrisa en su rostro.
Lo que sucedió después, nadie lo supo, ni siquiera ella, que cuando se dió cuenta, estaba desnuda, sentada a mitad de la sala, con los cuerpos destrozados de todos aquellos que habían lastimado y matado a su familia. Los cuerpos de su madre, padre, hermana y hermano, estaba colocados con cuidado sobre el sillón, vestidos y sentados, como si nada hubiese pasado.
La policía analizó lo sucedido, llegando a la conclusión de que alguien la había defendido, antes de que la violaran, y destrozó a todos ellos por la rabia.
Lo que ellos jamás supieron, fue que, nunca hubo ningún hombre que la ayudó, fue ella, ella fue quien tan rápidamente destrozó los cuerpos aún vivos de aquellos hombres, mientras su ojo parecía ser fuego, sangre salía de el, como si de lágrimas se tratarán.
•••
Estaba justo donde su animal le había dicho que debía estar, había quitado la chaqueta de su cuerpo, dejando solo el chándal y la blusa de tirantes. Miraba la luna, siempre había sentido que era preciosa, y aunque tal vez fuesen los Lobos los únicos que pudiesen aullarle y venerarle, ella compartía esa veneración con ellos.
Pronto.
Y como si de una señal se tratara, un dolor agudo atravesó su cuerpo, logrando que soltara un jadeo. Dolerá.
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El Rugido del León.
FantasyScarleth Romanov, es a lo que se le denominaría una Mujer León. En sus venas corre la sangre real de un León Alpha. Es conocida por su timidez y por su inteligencia, tachada de una simple nerd por los populares, y tachada de una solitaria por los de...