Elia POV
En la mañana siguiente desperté mas tarde de lo usual. Con una extraña sensación de felicidad que recorría todo mi cuerpo. Había olvidado lo bien que se sentía pasar la noche con alguien que en serio valía la pena. Gire mi cuerpo y cuando lo hice, encontré a Abril en la cama todavía dormida, era tan hermosa.
La admiré por unos segundos y abrí las sabanas para salir de la cama con cuidado para que ella no despertara. Fue difícil, ella estaba demasiado cerca de mi. Como esos gatitos que invaden tu espacio para sentir contacto contigo.
Estaba totalmente desnuda, y no sabía porque, pero no me gustaba andar así por mi casa. Muchos lo disfrutaban, pero para mi eso simplemente no funcionaba. Me puse una camisa larga de un pijama, al menos eso era mejor.
Tenía buenas intenciones de preparar u buen desayuno para las dos, pero lad intenciones desaparecieron al recordar que tenía donas y leche en el refrigerador.
Tome la caja un algunas donas aún y las subimos a mi habitación.
-Abril- le llamé ahora. Escuche un balbuceo casi inaudible- llego tu domicilio- levante la voz bromeando.
Si no viera su respiración, pensaría que murió.
Deje las donas a lado en mi mesita y volvi a la cama, me acosté de lado como ella, pegué mi cuerpo al de ella y di algunos besos en sus hombros aun desnudos, obtuve algunos movimientos como respuesta.
Despues de unos momentos de seguir insistiendo, Abril por fin despertó.
-¿Como esta todo, paciente en estado de coma?- pregunte y ella sonrió de lado.
-Es temprano aun- se quejó y se sento para darme un beso.
-Ni siquiera sabes la hora- le dije riendo- ¿Desayunamos?- le pregunte.
- ¿No se te hace tarde?- me preguntó.
Tenia razón, llegaría tarde al hospital si no me movía.
Lo siento, por cuestiones técnicas, el contenido de este capítulo fue eliminado por la autora. Pueden seguir leyendo los próximos capítulos. Tranquilas, no afecta en nada el curso de la historia.
