~~Capitulo .2~~

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Me tenia empotrada contra la pared de hormigón. Me cogía por el cuello con una mano y con la otra me agarraba un pecho con fuerza. Su mirada era penetrante y me pedía a gritos que me dejara follar. Me agarró con fuerza e hizo girar mi cuerpo poniéndome de cara a la pared. Podía notar  su polla en mi trasero. Estaba erecta.

- Esto es lo que quieres? -me susurraba al oído. - Yo quiero follarte aquí y ahora.

Uff.....las manos me sudaban y lo único que mi cuerpo atinó ha hacer era buscar su paquete con mi culo. Apreté mis nalgas contra su erección en forma de respuesta. Si!!!! eso es lo que quiero. Mi cuerpo te desea.

Biiiiip!!!!!...........Biiiiiiiiippppp!!!!!!.............Biiiiiiipppppp!!!!!!!

Mierda el despertador!!!!  Ya sonaba por segunda vez y como no me espabilara iba a llegar tarde al trabajo.

Ese tipo de sueños se había convertido en algo normal en mis noches y durante el día no podía quitarme los de la cabeza.

Ese chaval me estaba volviendo loca y no parecía importarle lo mas mínimo. El seguía con su vida de lo mas normal. Nos cruzábamos por los pasillos y el actuaba como si nada. Me preguntaba sobre trabajo y atendía a mis ordenes como siempre hacia. Para el no había cambiado nada.

En todos aquellos años nunca me había enterado de nada de su vida personal y como si el destino actuara para mi, en aquellas ultimas semanas empezó a llegar información a mis oídos. Vivía en un pueblo cerca de aquí, era estudiante en la universidad y por lo que averigüé semanas mas tarde, no era la primera carrera que estudiaba. Al parecer tenía novia, pero mantenían ese tipo de relación abierta, en el que cada uno podía actuar a su antojo. Corría el rumor que tenia varios ligues que venían al trabajo a visitarlo. Me sorprendía, ya que no tenia un físico imponente. No marcaba musculitos ni tenia un cuerpo 10 como todo el mundo imagina cuando se habla de alguien así.

Me encanta esa época del año. Empieza a esfumarse el frío y cuando hay sol, éste calienta que da gusto.

Al atardecer, estaba en la parte externa de nuestro almacén, cuando empezaron a caer unos gotarrones gordos. Estaba subida en el toro  y aunque éste tenia un plástico para resguardar se, con el viento se había movido y empezaba a mojarme. Quedaba poco que recoger así es que decidí  arreglar un poco el plástico y terminar con lo que había empezado. Me puse en pié sobre el toro y tiré de la lona con todas mis fuerzas.

-Joder!!!! - grité.- por que me pasan estas cosas a mi?

Pero era evidente. Me había quedado chorreando por no fijarme en las cosas. A quien se le ocurre tirar con fuerza de un plástico que está lleno de agua y mas torpeza si cabe, es hacerlo estando bajo ese plástico.

A lo lejos se  escucharon unas risas. Oh no! encima alguien había presenciado mi estupidez.

Miré y allí estaban. Dos de mis compañeros junto al chaval. Mis compañeros siguieron con sus cosas pero Él, sin reír, se acerco a mi.

- Anda espera, que te ayudo.

Me senté en el cojín acolchado y me limité a observar como se subía al toro de un salto. Estaba tan paralizada que era incapaz de ayudarlo. Ese momento me pareció eterno. Alzó sus brazos, agarró la lona y la colocó perfectamente en su lugar. Mientras él hacia eso, yo lo repase de arriba a bajo. Le salia la goma de los bóxer por encima de la cinturilla del pantalón. Tenia su culo perfecto ante mis narices. Y como olía de bien..... no era de colonias o perfumes caros.....era un olor perfecto.

- Ya está- dijo mientras se peinaba un mechón de su pelo hacia atrás.

Bajo del toro y su cara quedó frente a la mía.

Ohhg!!Maldito seas!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora