AMOR PROHIBIDO

CAPITULO SIETE

Daisy: oh! Zoe, ¿habías estado aquí todo este tiempo?

Zoe: si. No nos hemos visto en mucho tiempo, Daisy.

Daisy: dichosos los ojos! Perdona que no te haya saludado cuando vine. ¿Como has estado?

Zoe: bueno, pues. . .

Daisy: je, je. Hicimos una escena en frente tuyo. Has de cuenta como si no hubieras visto nada.

Zoe: acaso paso algo con mi hermano?

Daisy: no, no es nada. Creo que nada mas esta un poco nervioso de haber regresado a casa tan repentinamente,

*Nervioso? Ya veo. Por eso es que me esta tratando así a mi también*

Daisy: por cierto, te has puesto muy bonita, Zoe

Zoe: no, eso no es cierto. Pero Daisy, tu de verdad si que. . .

Daisy: de seguro heredaste esa belleza de tu madre. Todos los caballeros alrededor tuyo no te dejaran en paz, ¿verdad? Tendrás que tener a alguien especial en tu vida también, ¿o no?

Zoe: . . .

Daisy: y yo que pensé que ya te habías ido de la mansión, Zoe. Pero todavía estas aquí.

Zoe: si. Quiero estar al lado de mi padre, así que no me puedo ir tan fácilmente.

Daisy: ah, ya veo. Aunque te quieras ir, no puedes hacerlo ahora mismo.

Habia algo sarcástico en la manera en que Daisy estaba hablando. Y eso siempre había sido así desde la primera vez que nos conocimos.

Daisy: bueno, voy a ir a saludar a mi futuro suegro. Zoe, cuídate.

Zoe: tu también. . .

Daisy se fue caminando como modelo de pasarela, dejándome con un mal sabor de boca.

*Que es lo que planea hacer?*

No tengo idea de lo que Dick esta pensando

*Me había dicho cosas tan crueles*

Toque mis labios, los cuales habían sido acalorados por Dick hace unos minutos atrás. Aunque lo único que hacia era insultarme, acaricio mis labios gentilmente. Aunque al principio fue muy agresivo, finalmente pude sentir su gentileza en sus besos.

*Por que me besaste? ¿Esta tratando de hacerme enojar? ¿O acaso quiere hacerme correr de la casa?*

Pero si eso es cierto, entonces tiene otras maneras de hacerlo y obtener el mismo resultado.

*Por que hiciste esto? ¿Que es lo que estas pensando?*

La razón por la cual Dick tomo esa actitud tan fea conmigo debe haber sido por lo que paso aquella noche en la fiesta. Se fue sin decir nada, y regreso a la casa tan de repente también. A lo mejor no tengo el derecho de decir esto, pero tenia la esperanza de que hubiera olvidado todo después de estos cinco años. Pero sus ojos no han cambiando desde aquella noche.

Una mirada muy fría y llena de resentimiento que parece estar viendo un pedazo de basura. Y a lo mejor es por eso que él me ha odiado todo esta tiempo.

*Pero ahora estamos viviendo juntos otra vez, y no quiero estar así con él*

Y ahora el beso que me dio. . . Aunque el tenia a Daisy como su prometida, como quiera me beso.

*Y por que cuando la beso a ella estaba tan molesto, y la rechazo?*

No podía vivir con él mientras tuviera esta pasión por dentro. Así que fui a su cuarto para preguntarle por que lo había hecho.

Zoe: ah. . .

Cuando empece a caminar, me detuve inmediatamente.

*Si voy a verlo. . .no seré un estorbo?

Antes de irse, Daisy dijo que iba a saludar a papá. Después de eso, estoy segura de que ira a la habitación de Dick. Los dos van a casarse, así que a lo mejor querrán hablar a solas, sin ningún estorbo.

*Que hago? No quiero que se enfade conmigo por eso tampoco*

Dick: por que estas aquí otra vez? Te dije que no volvieras!

Sin saber que hacer, solamente escuchaba los furiosos gritos que venían desde Dick.

*Esta voz. . .¿es la de Dick?*

Tratando de ver lo que era, mire hacia donde venia su voz. En frente de la habitación de Dick, estaban él y Daisy discutiendo fuertemente. Pero tal vez la palabra "discutir" no es la mejor.

La situación no era nada mas que Dick gritándole a Daisy enojado.

Daisy: no tienes que enfadarte tanto, solo vine a visitar a tu padre.

Dick: no tienes porque estar haciendo esto.

Aunque Daisy le estaba hablando con muy buenos modales, Dick respondió con groserías.

*Estarán peleando por que están nerviosos sobre la boda?*

Dick: hasta cuando piensas perseguirme? Tu y yo. . .

De repente Dick y yo cruzamos miradas. Cuando me preguntaba lo que debía de hacer, ya era demasiado tarde.