Mi canción del corazón {Utapri}

Que gane el mejor

~Semanas después~

Por fin el momento había llegado, después de tanto tiempo esperando por esto, la oportunidad de enfrentarme contra Haruka, de que Quartet Night demostrará al mundo la diferencia brutal que había entre ellos y los demás artistas. Por fin había llegado la hora de enfocarnos en el concierto de selección para el Triple S. La canción estaba lista, la coreografía en proceso y todo parecía marchar a la perfección. Hacia tiempo que no había visto a mi hermana o a los chicos de Starish pues me había mudado temporalmente al departamento de Camus, junto con los otros chicos para que nuestra canción fuera un total secreto para los demás, ni siquiera Saotome sabía de nuestro progreso y no es por presumir pero... la victoria estaba más que asegurada.

-¡Buenos días!-entre a la salita sonriendo-¡Myu-chan, RanRan, Reiji, Mikaze-san!-le di un beso en la mejilla a cada uno cuando lo nombre

-¿Dejaras de llamarme así?-mire al rubio

-Ummm no-le enseñé la lengua-Es Myu-chan o Elsa, tu decides-hice un pucherito-¿Con cual te quedarás, copito de nieve?

-Pensándolo mejor... Myu-chan no es tan malo-hablo regresando su vista al libro

Me senté en el mismo sillón que Mikaze-san para poder charlar con Reiji quien muy alegremente me platicaba un sueño que había tenido la noche anterior. Reiji era una persona que me hacía reír mucho y también me hacía sentirme alegre a su alrededor, era un complemento esencial en mi vida. El recuerdo de sus palabras me golpeó borrando mis sonrisa.

~Flashback~

Me sentía tan agotada luego de una interminable (y demasiado excéntrica) conversación con Saotome pervertido-san había prometido enviarle el CD con la canción de Quartet Night, lo que significaba que debía trabajar más y poner algo de presión en los chicos, algo que quería evitar, pero viendo la situación era algo inevitable.

-¡¡Nagi-chi!!-me giré giré ver al castaño-Que bueno que te encuentro..

-¿Ocurre algo malo, Reiji?-negó

-Hay algo muy importante que debo decirte-parpade

-Oh claro... dime

Mi intuición predijo exactamente lo que iba a decir y me maldije por tener razón.
El castaño tomó mis manos entre las suyas y me miro con fuego en la mirada, me sonroje sintiéndome algo intimidada.

-Nagisa...-tragó-Aún si no soy correspondido quiero que tengas en cuenta que me gustas demasiado-mi corazón se detuvo-Eres la mujer más maravillosa y hermosa a mis ojos... por eso quise decírtelo, porque lo que siento por ti es tan fuerte que ya no cabe dentro de mí-acarició mi mejilla-Eres lo más importante para mí...

-Reiji...

~Fin del flashback~

En aquel momento estaba demasiado abrumada como para reaccionar, no pude decirle nada, él dijo que podía tomarme el tiempo que necesitarapara pensar en su confesión pero justo esa misma tarde Aine me había enviado otro mensaje. Ellos eran mejores amigos ¿Cómo podía yo atreverme a intervenir entre ellos? Me sentía demasiado confundida.
Adoraba a Reiji y la pasaba muy bien a su lado; Aine era único en su clase, caballeroso e inteligente, divertido e infantil, era una combinación perfecta entre lo que era ser un niño y un adulto; Syo era un chico de lo más tierno, además era demasiado varonil y romántico ¡Cómo un caballero de armadura blanca! Era un verdadero encanto; Mikaze-san era en cambio, era prudente y me daba mi espacio, a pesar de la situación parecía evitar a cualquier costo, el tema para mi propia comodidad, era amable, sencillo, inteligente (como una biblioteca sin fin), pero lo más atractivo de él, era todo el misterio que venía con él... de alguna manera, me sentía segura a su lado, como si nada pudiera dañarme.