Capítulo 1

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Capítulo 1

- ¡¡Natalia!! ¡¡Tu taxi llego hace media hora!! Se escuchó el grito de mi madre desde las escaleras.

Me apuré lo más que pude y metí lo último que faltaba.

No tengo tanta ropa a decir verdad, no tanta como antes. Tengo lo necesario para sobrevivir.

Mi madre me dijo ayer en la noche que me iba a ir de vacaciones con mi prima Isabel.

Ahh... la prima Isabel...la plástica y fantástica prima Isabel.

-¡Natalia, Baja en este instante! Gritó nuevamente mi madre sacándome de mis sarcásticos pensamientos.

Bufe. El cierre se había atorado.

No puede ser.

-¡Un momento madre! Sabes. Podrías venir a ayudarme. La maleta no cierra.

Al cierre de la maleta se le ocurrió atorarse en este preciso momento y ahora estoy arriba de ella para poder cerrarla, pero me es imposible.

Se escucharon pasos en el suelo y momentos después mi madre apareció en la puerta de la habitación. Simplemente se quedó ahí parada con una ceja alzada y una expresión burlona en el rostro.

-¿Me ayudas? Le dije un tanto irritada.

Se aproximó sonriendo y negando con la cabeza.

La cerró de un solo movimiento.

Yo me quede estupefacta. Casi me da un tic nervioso allí mismo.

Ella me miro con aires de superioridad y dijo.

-Muy bien, ahora, ya que está todo listo, baja.

Dicho esto salió de mi cuarto y desapareció.

-Está bien, dije murmurando. Cosa que mi madre no habría escuchado.

La verdad no quería ir a ese estúpido viaje con la estúpida prima Plástica Isabel.

Camine hasta el taxi con la maleta roja colgada de un brazo.

Me dispuse a entrar cuando una voz resonó desde la casa llamando mi atención.

-Hija. Mi madre estaba parada en la entrada con una taza de café en la mano. Te amo, Cuídate mucho y llámame todos los días.

Suspire. -Si madre. Contesté un tanto estresada. Siempre ha sido demasiado sobre protectora...

Le di un último vistazo a la casa y subí al taxi.

Un hombre de entre unos 40 o 45 años se encuentra sentado en el asiento del conductor, mirando hacia el frente.

Creo que mi madre ya le dio indicaciones ya que se limita a acelerar el carro y a conducir hacia el aeropuerto.

Veo como las casas van desapareciendo cada que avanzamos más. La ventana del taxi está abierta. Por suerte puse mi cabello en un moño para que no me molestara, si no ahora estaría luchando con él.

Lo que me pone de los nervios, es que un insecto se me pegue a la cara o algo.

Buag

< Eso Sería Interesante>

Ugh ¿Me podrías dejar de molestar?

<No>

Muérete.

< Cariño, soy tu conciencia. Solo moriré si tu mueres>

Hmm... Entonces me suicidare con tal de que desaparezcas.

< Idiota>

Después de 15 minutos de viaje que consistió en escuchar música de mi i Pod e ignorar insultos por parte de mi conciencia llegamos al aeropuerto.

Me bajé del taxi y le di gracias al conductor. Este me respondió con una radiante sonrisa la cual yo le devolví.

Cogí mi maleta y me dirigí a dejar mi equipaje.

Había mucha gente. La mayoría familias. Sentí un poco de nostalgia al ver a los padres de los niños felices.

Mi padre murió en un accidente de auto hace dos años, no quiero hablar al respecto.

Llegué a la zona de carga y dejé mi maleta junto a una montaña de ellas.

Gracias a dios que mi maleta tiene mi nombre, si no definitivamente no sabría cómo reconocerla entre tantas.

Me dirigí hacia la zona de abordar y le di mi boleto con destino a California la chica que esta parada en la puerta. Su uniforme consistía en una falda azul marino junto con una blusa blanca y una insignia de bronce con alas en su pecho izquierdo. Me sonrío amistosamente y me dejo pasar.

Camine por el largo corredor y entre en el avión. Tenía boleto VIP así que me dirigí a esa zona.

Había pantallas de plasma, mini bares, asiento afelpados y todo tipo de lujos.

Me senté en el asiento A-1. Al poco tiempo llego un joven de unos 36 años a sentarse a mi lado.

Era bastante atractivo, pero no podía ver a nadie de esa manera.

Todos los hombres son iguales.

Te dicen que te aman.

Te dicen que te adoran y que harán lo que sea por ti.

Les entregas todo.

Te enamoras de ellos.

Te dejan.

Me puse mis audífonos junto con mi cinturón de seguridad tratando de sacarme esas ideas de la cabeza con un poco de música. Algo me decía que este iba a ser un largo viaje.

Transformando a La Nerd (TALN) &quot;Pausada&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora