DESPERTAR L.J SMITH
Cronicas Vampiricas
Elena Gilbert dejó de escribir.
Contempló fijamente la última linea había redactado y luego lo negó con la cabeza,con la pluma apuntando hacia el pequeño libro con tapa de terciopelo azul.
Después con un gesto repentino alzó la cabeza y arrojó su pluma y libro el contra el gran ventanal donde revotaron inofensiva mente y aterrizaron sobre el tapizado asiento interior que estaba debajo de la ventana.
Todo era totalmente ridículo.......
¿Desde cuando Elena Gilbert había tenido miedo de reunirse con la gente?
¿cuando la había asustado algo?
Se puso de pie y llena de coraje y se introdujo los brazos en una bata de seda roja ni siquiera hecho una una ojeada al trabajado espejo Victoriano que estaba sobre el tocador de madera de cerezo sabía lo que vería Elena Gilbert rubia esbelta y fantástica con la marca va a tener la luna de último curso de secundaria los chavos deseaban y que todas las chicas querían ser injustamente en la cara de pocos amigos y tenía los labios apretados.
<un baño caliente y un poco de café y me tranquilizare> pensó el ritual matutino de darse un baño y vestirse resultó relajante y se lo tomó con parsimonia revisando los nuevos conjuntos traídos de París finalmente eligió un conjunto de Top rojo y short blanco de Lino que le daban un aspecto Muy atractivo< bastante apetitosa>
pensó y el espejo mostró una muchacha con una sonrisa inescrutable sus anteriores temores se habían desvanecido olvidados.
-¿Elena? ¿dónde estás? ¡ Vas a llegar tarde a la escuela!
- La voz ascendió débilmente desde abajo.
Elena volvió a pasar el cepillo por su melena sedosa y la sujeto tras un listón de un rojo intenso luego agarró su mochila y descendió la escalera.
En la cocina margaret de cuatro años comia cereal sentada en la mesa y la tia judith codinaba algo en la estufa.
La tía Judith era esa clase de mujer que siempre parecía vagamente atarantada tenía un rostro delgado y afable y un cabello claro y lacio echado hacia atrás descuidadamente Elena le dé un beso en la mejilla.
-¡Buenos días a todo el mundo! Lamento no tener tiempo para desayunar.
-Pero, Elena,no puedes salir así sin comer necesitas proteínas......
- Comeré a una dona antes de entrar a clases respondió ella con vivacidad.
Depósito un beso en la rubia cabeza de Margaret y se dio la vuelta para marcharse.
-Pero,Elena.....
- y probablemente iré a casa de Bonnie a meredith después de clases, de modo que no me esperen para cenar. ¡Adios!
-Elena.....
Elena estaba ya en la puerta principal la cerró tras ella cortando las distantes protestas de la tía Judith y se detuvo en la entrada de la casa.
Todas las malas sensaciones en la mañana volvieron a abalanzarse sobre ella la ansiedad el miedo y la certeza de que algo terrible está a punto de ocurrir.
La calle más le estaba despierta las altas casas victorianas parecían extrañas y silenciosas como si todos estuvieran vacías por dentro como la casa de un set cinematográfico parecían vacías la gente pero llenas extrañas cosas vigilantes.
Eso era: algo la vigilaba. El cielo sobre su cabeza no era azul sino lechoso y opaco como un tazón gigante colocado boca abajo el aire sofocante y Elena tuvo la seguridad de que había ojos observándola vio algo oscuro entre las ramas.....
