¡Nervios!

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Ese día salí a buscarla para dar un paseo como todos los días, pero, no estaba donde siempre, (era en la esquina de un parque, donde estaba un faro hermoso) me preocupe un poco al no verla, pero la espere un poco, pense que ella llegaria, solo serian unos minutos, pero los minutos se volvieron horas y me preocupe un poco mas, no sabia que hacer, y tome la horrible decisión de ir a su casa.
Así que tome un atajo para ir a su casa, me ganaban los nervios, sentia que la cabeza me explotaria si veia a su padre, su madre no me importaba tanto, ya que le agradaba un poco, pero hace mucho tiempo que no la visitaba, pero aun así fui, no sabia que pasaba con ella, ni porque me abia dejado allí, sin decirme nada, tal vez le paso algo, algo malo o un accidente
-¡Porfavor no!
Solo tratare de calmarme y me tranquilizare.
En el camino a su casa me puse a escuchar un poco de musica, nunca eh podido estar sin audifonos y Atenea siempre me ragañaba, decia que el volumen estaba muy fuerte y me lastimaria los oidos, pero no podía evitarlo, todavia recuerdo que puse un poco de rock y pop en el camino, nada en especial.
En el camino me confundi un poco, ya habian pasado mas de tres años de que no la visitaba, y no recuerdo como era su casa, mucho menos su habitación.
No sé como lo logre pero despues de 47 minutos exactos habia encontrado la casa de Atenea, por primera vez me grabe el nombre de su calle y su numero.
Calle: Av. Nueve y tres cuartos No. #0908
Su casa era tan linda y enorme, era como si fuera un castillo.
Una casa color lila con un poco de negro alrededor de las ventanas y un hermoso balcón con un barandal enrrollado color blanco.
Me acerque a la puerta, me tambaleaban las piernas y agarre un poco de valor y toque el timbre, los nervios me ganaban, sentia que explotaria y justo cuando saldria corriendo, esa puerta se abrió.

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