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Riley no lo podía creer, había visto a la chica que amó durante tanto tiempo sin saber, besando a otra chica que no era ella. Riley sabía, estaba segura que Maya no la quería y no iban a tener nada nunca, pero tenía un poco de esperanza aún, fue ahí cuando recordó las palabras de la rubia: "la esperanza es para los tontos" y sí, Riley se dio cuenta que era una tonta, que era una tonta por creer, que era una tonta por intentar, que era una tonta por amar. Riley se dio cuenta que era una tonta, una completa idiota, una estúpida, una inútil, Riley notó lo que nunca notó antes: estaba cegada por el amor que sentía por Maya. Maya nunca la vio con amor, decir que la veía con aprecio era mucho.

"Maya se burló de mí en mi cara, ella sabía que yo estaría allí en ese momento, ella sabía que yo la amaba. Maya sabe que yo la amo, ¿por qué quiere verme en esta posición?" Fue lo que pensó Riley antes de tomar el lápiz para continuar a escribir la carta que, como ella misma se prometió, sería la última que le escribiría a Maya, a la chica que la hizo convertirse en una tonta.

Riley leía una y otra vez la carta, pensando "¿será mucho?" "le estoy echando la culpa" "¿y si se siente mal?", así es, aunque la castaña tuviese el corazón roto en miles de pedazos, aún se preocupaba por los sentimientos de su amiga, no quería hacerla sentir como ella se sintió. "Genial" pensaba "otro recuerdo para bloquear" y fue ahí, en ese momento, en ese justo instante, en el que vinieron los recuerdos exactos, las palabras, los gestos y movimientos exactos de lo que había pasado ese 3 de marzo por la tarde.

"Me gustas, Maya." Recuerda haber dicho la castaña viendo los penetrantes ojos de la rubia que se encontraba perpleja justo en frente de ella. "No." Fue la palabra que quebró el corazón de Riley, que estaba lleno de amor y felicidad, la chica que pensaba que todos debían ser felices ahora conocía lo que era tener el corazón a punto de romperse. "¿N-No?" Dijo Riley, temblorosa, a punto de llorar. "No Riley, no te gusto, estás confundida, no te puedo gustar, ¡soy tu mejor amiga!" Dijo Maya cuando por fin pudo procesar algunas palabras, "Mira Riley, sé que estás confundida, no tengo problema con eso, creo que lo mejor será que nos separemos un tiempo, así no piensas tanto en mí, cuando sientas que es el momento en el que todos estos pensamientos dejan tu mente, avísame. No puedes sentir estas cosas por mí, lo siento". Riley no pudo explicarle a Maya que no estaba confundida, Riley ni siquiera tenía las fuerzas suficientes para soltar un "quédate". Riley creyó en lo que dijo Maya y la intentó olvidar.
Una semana pasó y Riley sentía lo mismo por quien alguna vez fue su mejor amiga. Dos semanas pasaron y Riley sentía lo mismo por quien ella quería seguir llamando mejor amiga, y aunque pensó en ir a hablarle, recordó el "cuando sientas que es el momento en el que todos estos pensamientos dejan tu mente, avísame" de la chica y pensó en la incómoda situación en la que se encontrarían si ella fuese a hablarle siendo que en ningún momento dejó de sentir tales cosas por su amiga. Tres semanas pasaron y Riley decidió empezar a escribir cartas para Maya, para imaginar que algún día hablarían, pero ella sabía muy bien que no entregaría ninguna de estas.

Riley no pudo evitar romper en llanto, se sentó en el piso pero inmediatamente se levantó de este y comenzó a dar vueltas por toda la habitación hasta recostarse en una pared. "No lo hagas Riley, no otra vez" "no lo hagas" "sabes que no está bien" "NO LO PIENSES MÁS RILEY" Fueron los desesperados pensamientos de la castaña mientras recordaba el "Riley, ¿estás bien?" de su mejor amigo Farkle al notar las marcas en sus brazos y la horrible situación en la que se encontró al contarle todo lo que había pasado. "Basta, no más" Pensaba Riley recordando las palabras de su madre: "no sé qué haría si te pierdo" y pensó "yo tampoco sabía qué iba a hacer si perdía a Maya y aquí estoy, destrozada, llena de cicatrices y llorando porque la perdí".

Riley tomó la carta y llamó a Farkle, quien llegó unos 20 minutos después.

"Por favor, dile que la amé demasiado" Dijo Riley a su mejor amigo. "¿Ya no la amas?" Respondió Farkle sin entender el contexto en el que la chica lo decía. Riley sonrió, "claro que la amo" y salió de la habitación, siendo seguida por el chico.

"Mamá, papá, saldré con Farkle, no vuelvo...tarde" Gritó Riley agarrando fuerte a Farkle del brazo y saliendo, dejando la puerta cerrada.
"Ve a entregarle eso a Maya, asegúrate que lo lea, es importante para mí" Dijo Riley algo agitada. "Bien." Respondió Farkle, procediendo a irse.

Her; rilayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora