Ella pensaba seriamente una simple pregunta que yo le había hecho hace apenas unos segundos, a la que no debía darle tanta importancia, se miraba las manos timidez y a la vez me miraba a los ojos con vergüenza.
--- ¿entonces si me dirás o seguirás asiéndote la loca? --- pregunte con curiosidad.
--- y cual era tu pregunta --- me respondió ella con un tono de inocencia --- así que, que te diría si solo te quedara un día de vida.
--- si dime --- exclame.
De improviso y sin ningún aviso ella se colgó de mi cuello colocándose de puntillas y acercando sus labios a los míos regalándome un dulce y apasionado beso el cual me enloquece, esa mescla de sensaciones el sabor de sus labios, el calor de sus brazos, la ternura de su estatura y el latir de su corazón en su pecho.