Era extraño que las cosas sucedieran asi, pensaba Víctor, bueno y aun mas después como habían terminado las cosas entre el y Yuri, después de que este ganara con su ayuda el gran prix final habían tenido una terrible discusión, y pues había sido despectivo de mas con el japonés; pero no era su culpa realmente, era nada mas y nada menos que del pequeño polizón que estaba creciendo en su vientre. Paso una mano sobre la elevación que sobresalía de su delgado cuerpo, cuatro mese ya, y tenia miedo, mucho.
Por consejo de Yacok, estaba aquí, el medico había dicho que era una condición era rara y delicada asi que debía estar las 24 horas del dia acompañado, o mejor dicho vigilado y consentido por eso regreso a Japón a solo un mes de haber discutido con Yuri, se había aparecido en la casa de este con sus maletas, su perro y un bueno un bebe en el vientre, pero Yuri no estaba hay, según la madre de este había regresado a entrenar con Celestino, cosa que a el lo puso triste (malditas emociones descontroladas por las hormonas); y sin mas se desmayo alarmando a los padres de su amado, y por lo tanto tuvo que revelar sus motivos para tal visita.
Después de eso todo fue sencillo, los futuros abuelos no lo dejaron ir, alegando que su hijo debía regresar pronto, pero el no quería molestar a Yuri en su concentración, hizo todo un drama el no quería, no iba a permitir que el peli negro detuviera su carrera por el, asi que los hizo prometer que se hasta que toda la secuencia hasta el gran prix terminara nadie le diría nada a su cerdito.
Pero las cosas no siempre salen como uno quiere y la prueba estaba aquí a sus casi cinco meses de embarazo Yuri había regresado para celebrar su cumpleaños con su familia, era rápido y precipitado y por eso el japonés no le había avisado a nadie salvo a Minako, cuando ya estaba en el aeropuerto desembarcando.
Y aquí estamos ahora Victor, frente a Yuri, su Yuri
¿Qué haces en mi casa Victor? – dijo en un tono seco
Yo...yo – sus ojos se llenaron de lagrimas, Yuri, ya no lo quería, lo podía ver en sus ojos frios e insensibles, cuanto había cambiado en tan poco tiempo
Estaba comenzando a perder el conocimiento, cuando sintió los delgados pero fuertes brazos del pelinegro – No te vallas, no vuelvas a dejarme – apretando mas fuerte el delgado cuerpo de Victor, lo que hizo que se percatara de que algo le impedía pegar ambos cuerpos entre si.
Vitya, tu – dijo Yuri mientras quedaba viendo el redondo estomago del albino, el cual estaba rojo de la pena
Debimos usar ese condón – dijo entre llanto y risa
Es. Es cierto
Si, por eso es que me sentía tan irritado y molesto contigo, no lo podía controlar, el medico dice que hay embarazos donde el gestante no puede y no quiere tener a la pareja cerca, pero después de estar separados, no quiero volver a tener ese sentimiento de abandono.
Oh Victor, solo tenias que decir que no te sentías bien – dijo besando la cabeza del mayor – y bien que será
Es una niña –
La cara de Yuri parecía un poema, una niña, demonios tendría que estudiar en casa porque seguro seria tan linda como Victor. Tomo la cara del albino y cuando sus labios iban a tocarse cuando
¡Sorpresa! Feliz Cumpleaños – gritaron su padres y amigos
¡EH! ¿Cómo lo sabían? Apenas y avísame
Lo siento Yuri – decía Pichit – kun, desde el teléfono de Minako
Sonrió enternecido – No importan porque recibí la mejor sorpresa de cumpleaños, tocando el pequeño bulto donde dormía su niña
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Mañana esperen el siguiente capitulo de Lleno de amor
