3:30 a.m, 330, Kim TaeHyung

Cap 1

-Buenos días.-dije saludando al guardia mientras entraba al hospital.

-Buenos días señorita.-me contesto muy educadamente.-Soy la enfermera de uno de los hospitales más famosos de Corea. No, no es famoso porque sea el mejor hospital o algo parecido, es famoso porque hay muchos rumores que para mí son falsos, rumores como "Hay fantasmas en ese lugar" "Si te quedas hasta las 3:00 a.m se te presentará el fantasma que asecha el hospital" "en la habitación 330 murió el famoso mafioso de Seúl y dicen que lo persiguen todas las almas de las personas que asesino y hasta ahora no puede descansar en paz". Realmente no creo en historias de fantasmas ni mucho menos, si, el mafioso ese del que hablan si murió aquí. No recuerdo muy bien su sombre, solo sé que su apellido es Kim y nada más, el era muy conocido por matar a sus víctimas a sangre fría, no había una sola persona que se le enfrentase o que no pagase cuando debía. Yo recuerdo al señor Kim porque murió cuando yo venía a acompañar a mi mama en su trabajo como enfermera, ella lo cuidaba muy bien, pero no porque le cayese bien, sino porque temía que nos hiciera algo. El era alguien muy frio, no mostraba sentimientos, su mirada daba miedo, siempre se me quedaba viendo, me daba mucho miedo. El murió un viernes 13, vaya día para que muera alguien así de malo, no?, murió mientras mi mamá estaba de guardia, no supimos a qué hora murió, yo ese día acompañaba a mamá y ambas nos quedamos dormidas, yo era una chica que estaba en la plena adolescencia y debía cuidar de mi rostro y no estresarme tanto. Nos levantó un pitido que cada vez sonaba más fuerte, mi madre se asusto tanto que fue a ver que sucedía y para su sorpresa sólo se encontraba el cuerpo frío, sin movimiento alguno del señor Kim. Mi piel se erizo mucho, era de madrugada y ver a un muerto no era muy bonito a mi edad. Mi madre se desespero porque pensó que tal vez por su descuido sus secuaces vendrían por nosotras, y bueno, hasta el día de hoy sigo esperando que vengan.

Hoy me toca guardia en la noche así que se podría decir que mañana en la mañana desmentiré todo acerca de este hospital.
Ya eran las 10 p.m y todos los doctores se estaban yendo, solo estábamos el guardia y yo. La noche estaba pasando muy lenta, todo iba normal, habían ruidos pero eran normales, nada del otro mundo. Marcaron las dos de la madrugada y era hora de ir a dar vueltas para revisar que todo esté en orden.