Capítulo 28

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—Ya está despertando.-escucho como dicen.

Muevo mi cabeza de un lado a otro y trato de abrir mis ojos,  pero la luz es muy potente, tanto así que debo de tapar mi cara con mis dos manos.

—Emi ¿Estas bien?.-escuchó otra voz... Es muy reconocida para mi, pero aún no sigo con mis ojos cerrados.

— Iré a llamar al doctor.-dice una voz gruesa y preocupada. Escuchó como la puerta se cierra y comienzo a pestañear varías veces.

—Dejenme sola con la paciente por favor.-no escuche cuando la puerta se abrió, así que ese que habla debe ser el doctor.

Siento como el quita sus mis manos de mi cara, abre uno de mis ojos y con una pequeña linterna de alumbra hacía a dentro, repite ese mismo procedimiento con mi otro ojos, hasta que me pide que los abra y así lo hago.

—Señorita Moore, les haré unas cuantas preguntas y usted me responderá.-asiento repetidamente y el me pasa un vaso con agua y me la tomo toda.

—¿Sabe quien es usted?

—Si.-digo sarcásticamente.

—¿Que edad tiene?

—Veintidós.-muevo mi cabeza y siento una fuerte punzada.

—¿Me podría hablar de usted?

—Soy Emelinde Moore, tengo veintidós años, tengo una hija... Y tengo hambre.

Dijo que le hablarás de ti, no que le digas que tienes.

—Muy bien. ¿Recuerda porqué está aquí?

¿porque estamos aquí?

No lo se, no recuerdo muy bien.

¡Estúpida! Y así dices que eres más inteligente que yo... Pendeja.

Eso es todo.-dice retirándose.

—¡Emi! Amor, ¿te sientes bien?

—Si mami, ¿Que me paso? ¿porque estoy aquí?-antes que mi madre pudiera responder, entro Katt, Sami y Marchal.

¿Que hacen ellos aquí?

Ellos vinieron hacía mi corriendo, me abrazaron y me basaron. La tarde paso muy rápido, reímos mucho, también comimos mucha comida chatarra, como sabrán , en los hospitales los pacientes no pueden comer cosas con grasa y que le haga mal a su cuerpo, pero enserio, yo necesitaba unos buenos tacos , pizza, pasteles y una coca-cola.

Quería que me trajeran a Madd, pero no se pudo ya que no permiten que traigan niños, porque se puede enfermar. Le dije a Meg que me hiciera una vídeo llamada y así fue que pude verla y lo mas hermoso de todo fue que...

¡ME DIJO MAMÁ! ¡OPD!

Derramé unas cuantas lágrimas de felicidad que me  halla dicho mamá, pero lo más triste de todo f; fue que no me lo dijo frente a frente, tuvo que ser por una pantalla.

Ustedes se preguntaran ¿Que hace Sami aquí? , bueno , esa es una historia que les contaré luego. Pero si lo que desean saber si es que volvimos hacer amigas ; la respuesta es...

¡SI!, pasearon muchas cosas , pero juntas pudimos contra todos y todos.

Katt estaba aquí, me vino a visitar, la vi tan contenta y emocionada que no se porque, no me quiso decir que la hizo llorar. Si, cuando ella me vio comenzó a llorar , y pues... Yo no supe porque.

Dejame AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora