A la noche le contó la novedad a Sean y se sintió muy tonta, su hijo como siempre le dijo que saliera, que había hecho bien pero ella tenía la horrible sensación de ser la hija, en lugar de la madre.
-Es el sábado, no volveré muy tarde, te dejaré la comida preparada.
-¡Mamá!, ve tranquila, estaré bien. No recuerdo la última vez que fuiste a una fiesta, de hecho creo que nunca fuiste a una a la que no pudieras llevarme a mí, así que ve , prometo no meterme en problemas.
-Igual llevaré mi teléfono y...
-Mamá, ¿estás buscando una excusa para no ir?
-No, no es eso, sólo que ...- intentó explicarse ella y él le sonrió.
-Estarás bien, si me necesitas puedes llamarme y si la fiesta no te gusta o estás aburrida puedes decir que yo te llamé porque estalló el microondas o algo así.
-¡Sean!
-Eres una buena madre, no tienes que sentirte culpable por salir.
-Y tú eres el mejor hijo.
-Lo sé, tú me criaste – le dijo él y ella se emocionó, Sean hacía que todo valiera la pena, siempre había sido así.
Aquello la hacía sentir más culpable, le estaba mintiendo a la persona más importante de su vida, le estaba negando la posibilidad de conocer a su padre, pero tenía demasiado miedo.
-Me voy a dormir, buenas noche, mamá – le dijo él sacándola de sus pensamientos.
-Buenas noches, cariño – lo saludó .
Finn volvía del trabajo cuando pasó por la cancha de básquet, se detuvo al ver al solitario jovencito encestando solo, estaba empezando a oscurecer y Sean parecía muy concentrado.
-¿Otra pelea?- preguntó Finn acercándose a él.
-No, nada de eso – contestó y automáticamente le lanzó la pelota para invitarlo a jugar con él.
-¿Entonces qué te preocupa?
-¿Cómo sabes que me preocupa algo?
-Tienes esa apariencia, además no parecías jugar para divertirte sino para acomodar tus pensamientos.
-Mi madre tiene una cita el sábado.
-Ohhh, y eso te molesta.
-No y sí – dijo Sean y se dejó caer en el suelo. Finn fue a sentarse a su lado.
-Te escucho. Aunque suena a pataleta de hijo celoso.
-Nada de eso, quiero que salga y se divierta, le hace falta, además ya soy lo suficientemente grande para entender que necesita a alguien en su vida, no quiero que esté siempre sola.
-¿No te gusta el tipo?
-Tampoco es eso, es un tipo agradable...según Helena es un buen partido, ya sabes, atractivo, buen trabajo, etc, no me cae mal.
-Pero tampoco bien.- agregó Finn notando las reservas del chico...
-Nunca lo pensé mucho, siempre ha estado rondando a mamá, pero ella jamás le ha hecho caso.
-Y eso no te gusta.
-No me malentiendas, sólo me temo que va a ganarle por cansancio, que de tanta insistencia ella terminará aceptándolo y no es eso lo que necesita. Mi madre necesita enamorarse de alguien y que también la amen a ella, y no creo que este sea el caso.
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Amor Oculto
RomanceHan pasado diciecisiete años desde que Alana viera a Finn por última vez, eran adolescentes entonces, y lo que sucedió entre ellos, cambió su vida para siempre. Ahora el destino vuelve a ponerlo en su camino, y ella ruega dos cosas, primero que no l...