Capítulo 10

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Se había quedado dormida, no mucho , pero si unos quince minutos, cuando abrió los ojos, Finn estaba acuclillado a su lado, llamándola.

-¿Qué? – preguntó desconcertada.

-Te dormiste, por lo visto estabas muy cansada.- dijo él y ella evitó comentar que en realidad estaba agobiada y dormirse había sido una forma de escapar de sus preocupaciones.

-¿Y Sean?

-Fue a dar una vuelta.

-Oh, será mejor que nos vayamos, como dices parece que estoy más cansada de lo que creía...

-¿Puedes conducir?

-Claro que sí, estoy bien, sólo que no he dormido lo suficiente estos días- comentó ella delatándose.

-¿No has dormido bien? ¿Qué te tiene tan preocupada?

"Tú" pensó pero no podía decirlo. No podía explicarle que él era quien le quitaba el sueño , porque decirle eso implicaba explicarle que era lo que la inquietaba tanto de él y ni siquiera lo tenía en claro. Era el padre de Sean y eso la aterraba, pero también era Finn, el hombre que había significado tanto como para amarlo sin apenas conocerlo, el hombre que volvía a conmoverla y ejercer su atracción sobre ella. Y eso lo hacía más peligroso, aun vez había soñado con él y ese sueño la había llevado a enfrentar una realidad para la que no estaba preparada, y a pesar de los años, tampoco ahora estaba lista para afrontar lo que Finn O'Connell podía hacer con ella.

-Ana...- la llamó él porque se había quedado sumida en sus pensamientos.

-Trabajo, he estado muy preocupada con el trabajo...-contestó evasivamente. Él la miró fijo pero no sabía que decir, aquella mujer no confiaba en él y eso lo desilusionaba.

-Vamos a buscar a Sean, ¿te parece? – ofreció sabiendo que ya no podía retenerla más.

-Sí, me parece bien. Quiero regresar a casa.- insistió una vez más y él asintió.

Caminaron juntos un trecho por la playa, hasta que vieron al adolescente que los saludó agitando la mano. Cuando se acercó hizo una mueca de desilusión, también él había esperado que su madre y Finn tuvieran algún acercamiento, pero Ana incluso estaba parada a varios pasos del hombre marcando la distancia.

-¿Ya nos vamos? – preguntó el chico y su madre asintió.

-Los acompaño hasta el auto – se ofreció Finn.

-Gracias – dijo Ana porque no quería ser grosera ni pelear. No quería hacer nada que lo hiciera sospechar, por suerte ella era lo bastante diferente a la adolescente que él había conocido, incluso tenía otro nombre así que Finn no había podido reconocerla peor no deseaba tentar a la suerte.

Madre e hijo se marcharon y Finn regresó al Resort donde había dejado su propio auto.

Dos tardes después Sean pasó a visitar a Finn por la construcción del resort. El hombre se tomó un descanso en el trabajo.

-Soy pésimo como celestina.-comentó Sean y el otro rió.

-Bueno, no salió muy bien. Tendremos que idear otro plan, Sean, ¿puedo preguntarte algo?

-Claro...

-¿Qué sabes de tu padre?

-No mucho. No hablamos de ello con mi madre, ¿por?

-Bueno, no sé , tal vez su falta de interés en una relación amorosa tenga algo que ver con eso, quiero decir, ella era muy joven...pensé que tal vez si sabía más podría encontrar una manera de acercarme a ella.

Amor OcultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora