Noah.
-ATENCIÓN TODOS LOS ALUMNOS DE ESTE INSTITUTO, REUNIÓN HOY EN CINCO MINUTOS EN LA SALA DE ASAMBLEAS.- anuncia la secretaria por el megáfono.
Antes de dirigirme a la reunión, paso por el baño, no necesariamente, pero Nicolle es bastante presumida y le encanta mirarse al espejo para retocarse. Es demasiado guapa comparada conmigo. Tiene una hermosa cabellera rubia y unos ojazos... y un cuerpazo. Ella se lleva siempre a los chicos, no sé cuántos líos habrá tenido a lo largo del año, más de veinte... y yo todavía ninguno.
-Oye, ¿a qué viene esa cara de depresión? espero que no sea por el gilipollas de Dylan. Está como un tren pero jamás me liaría con él. -dice con cara de asco mientras se echa colorete.
-¿Te tienes que estar retocando cada dos minutos? Tú estás igual de guapa con maquillaje que sin él. A mí si que me haría falta pero me nie...-digo hasta que ella me atrapa por los brazos mientras reímos y me pone frente al espejo. No. No me va a maquillar.
-Ni se te ocurra. Ahora no. Esta tarde en todo caso, que vamos a la fiesta. Vente a mi casa y nos arreglamos allí.-le digo.
-Ni de coña. Te vienes a mi casa. Tu armario parece el de mi abuela o el de una monja. No hay nada que salga de ese mueble que quede bien a una chica. Además, saber que venir a mi cuarto a arreglarse es como ir de shopping. Tengo de todo! y lo sabes.
Le doy la razón y salimos del baño. Miro el reloj. Mierda, la reunión empezó casi hace 15 minutos. Nos hemos entretenido demasiado en el baño.
Entramos corriendo en la sala de asamblea. Todos se nos quedan mirando, en especial una persona. No puede ser. ¿qué hace él aquí? se supone que no es de mi curso. ¡Maldita sea!. Espera, no me importa, que haga lo que le de la gana. Me es indiferente.
Me quedo por unos segundos mirándolo, es tan guapo.
Qué pena que sea tan gilipollas.
-Saben que hora es? -dice el profesor indignado - llegáis un cuarto de hora tarde.
Odio este tipo de momentos. Nunca se como reaccionar, normalmente se lo dejo a Nicolle, ella es más espontánea. Pero la maldita está callada. Vaya tensión.
-Ni siquiera el señor Parks ha llegado jamás tan tarde.-comenta el profesor.
Parks? Quién coño es Parks? Me giro a ver si reconozco a alguien.
-En efecto profesor, la puntualidad es una cualidad que me caracteriza. Perdón, una de las muchas que me caracterizan.-dice con seguridad al profesor, y seguidamente se gira sonriéndome con una sonrisa burlona , y me guiña un ojo.
Será capullo! Ha hecho que me ponga colorada; no, es del calor.
-Lo sentimos profesor-digo en un susurro.
-Bien, bueno, obviamente tendrán su castigo, tendrán que limpiar las aulas del turno de noche durante toda la semana.-dice el profesor con el mentón alto.
-Pero qué coño dice?!.... -grita Nicolle. Qué inoportuna es. Lo dicho. Espontánea.
-Dos semanas para usted, señorita Nicolle. Ahora, siéntense, si encontráis sitio.
Nos dirigimos a los dos únicos asientos de la clase que estaban libres, y eran los que estaban delante de Dylan y sus amigos, casi nadie le gusta sentarse cerca de ellos. Qué remedio.
Nos sentamos resoplando, una semana limpiando las aulas nocturnas, joder vaya puta mierda.
De repente noto una oleada de calor y siento una voz atrapadora y envolvente en mi oído que me susurra.
-Te gustarán las aulas del turno de noche, ya verás.
Me giro sobresaltada y me encuentro sus enormes ojos verdes frente a los míos.
-Dudo que me gusten si estás tú dentro de ellas.-respondo susurrando también.
-Segura? Apuesto a que no durarás ni dos noches seguidas allí.
-Ponme a prueba, Parks.
Me escupe una sonrisa burlona.
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Llámame, Noah
РазноеNoah. Una chica de 17 años que pasa bastante de desapercibida entre los pasillos del instituto, es morena con los ojos marrones y bastante delgadita, y no es la típica chica que los chicos se le quedan mirando. Dylan. Un chico de 18 años que lo tie...